miércoles, 15 de julio de 2020

Ser madre con reproducción asistida

El ser madre es una decisión de pareja o de la mujer que desea hacerlo. La postergación de la misma muchas veces responde a que no se cuenta con una economía estable, en otros casos porque se quiere disfrutar de la vida matrimonial o simplemente porque la pareja es joven y tiene otras prioridades.

Sea cual fuere el motivo para la decisión, en el caso de la mujer se debe considerar que tiene una etapa fértil que comprende entre los 18 a 35 años, siendo una edad ideal los 25 años para hacerlo, pero esto no siempre.

“La mujer a partir de sus 18 años puede ser madre, pero aún es joven y no ha concluido con sus estudios, por ello una edad promedio para serlo está entre 25 a 35 años, lo que no quiere decir que a los 36 no pueda, sino que cada año que pasa disminuye su fertilidad y corre el riesgo de tener algún tipo de complicación por la edad”, explica el director del Cies, ginecólogo Fernando Álvarez.

Según el profesional, un matrimonio que no ha podido concebir a un bebé en un año tiene la probabilidad de algún problema de infertilidad y, en el caso de que la mujer tenga 36 años, si esto no sucede en los primeros seis meses, se debe investigar las causas por las que no puede concebir.

CAUSAS


Entre un 30 a 40 por ciento se debe a alguna dificultad femenina y en similar proporción está el varón, sólo en un 10 por ciento, ambos tienen algún problema y el 10 por ciento restante tiene un origen desconocido.

1.- Ausencia de ovulación

2.-Obstrucción en las trompas de Falopio

3.- Endometriosis

4.- Alteración hormonal (prolactina)

5.- Miomas uterinos o quistes en ovarios

6.- Enfermedades de transmisión sexual como: gonorrea o clamidia

Entre los problemas que suele presentar el varón están:

1.- Problemas en los testículos

2.- Bloqueo de los tubos que transportan el semen

3.- Baja calidad y movilidad de espermatozoides

4.- Traumatismo testicular

5.- Varicocele (agrandamiento de las venas testiculares)

6.- Enfermedades de transmisión sexual como la sífilis y gonorrea

TRATAMIENTOS


Según el ginecólogo, existen dos tipos de procedimientos para lograr un embarazo, de baja y alta complejidad, que se aplican luego de realizado un estudio minucioso de las dificultades que se puedan presentar en la persona o las parejas, y se aconseja el que mejor se acomode a sus necesidades.

Coito programado.- Consiste en un método de reproducción asistida basado en el control de la ovulación de la mujer, a través de ecografías, para determinar cuándo es el mejor momento para que se produzca un contacto coital en busca del embarazo.

Inseminación artificial.- Esta técnica consiste en colocar el semen previamente preparado en un laboratorio al interior del útero de la mujer, para aumentar la posibilidad de que el óvulo sea fecundado por el espermatozoide.

Fertilización In Vitro.- Dicho procedimiento combina medicamentos con tratamientos quirúrgicos para facilitar que el esperma fecunde el óvulo. Se toman pastillas para estimular la maduración de los óvulos, se los extrae del cuerpo y se los mezcla con el espermatozoide en laboratorio. Una vez que el embrión se desarrolla se implanta en el útero.

Método ICSI (inyección introcitoplasmática).- Se produce la fecundación artificial mediante la inyección de un espermatozoide en el citoplasma del óvulo mediante una micropipeta, previa obtención y preparación de los gametos. Posterior a ello se hace un control para observar la división celular y el crecimiento del embrión.

Álvarez enfatiza que los procedimientos de baja complejidad tienen una probabilidad de éxito de un 30 a 50 por ciento. En el caso de los de alta complejidad como la Fertilización In Vitro y el método ICSI tiene una probabilidad de embarazo del 70 por ciento, pues ninguna de estas alternativas garantiza el 100 por ciento.

“En algunos procedimientos se da medicación para que el endometrio reciba de manera adecuada el embrión y se eviten así abortos en las primeras semanas. Posteriormente, se hace un control ecográfico para ver cómo está el bebé y recién se vuelve a las actividades diarias con los cuidados respectivos”, asegura el especialista.

Y desde luego para aquellos que aún son jóvenes, existen los bancos de óvulos y de espermas que los conservan hasta el día en que decidan hacerlo y que pueden estar años sin que sufran modificación alguna.

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