martes, 18 de febrero de 2020

Ser bella, una desventaja en el trabajo



La “belleza”, es decir aquello que genera complacencia a la vista en función de ciertos cánones —en la mayoría de los casos una construcción occidental de lo que se entiende por bello— ha sido motivo de varias investigaciones para establecer cómo impacta en diversos ámbitos.

El estudio titulado El efecto de la femme fatale (mujer fatal): El atractivo es una desventaja para la percepción de la confianza y la veracidad, y una causalidad para el despido, de 2019, halló evidencia de que las mujeres atractivas son juzgadas como menos veraces que las menos atractivas, debido a la inseguridad sexual.

Leah D. Sheppard y Stefanie Johnson, de la Escuela de Negocios Leeds de la Universidad de Colorado, hallaron que las mujeres “bonitas” son consideradas menos auténticas, menos confiables y más fácilmente colocadas en la lista negra cuando se trata de despedir personal. La explicación une factores evolutivos y sociales. En términos evolutivos —refiere su análisis—, las mujeres usaban su atractivo para conseguir pareja, de ahí que las otras miren a las más atractivas como competencia o amenaza.

Los hombres, a pesar de sentirse atraídos por las trabajadoras “bonitas”, temen que su belleza los lleve a ser infieles, explicó Sheppard, aclarando que eso puede conducir a la desconfianza de que la “belleza” puede ser usada en el lugar de trabajo para obtener ventajas, merecidas o no.

Por eso, es común que una mujer hermosa sufra el efecto de la femme fatal en el trabajo, bajo la idea de que no se puede confiar en ella.

Y esto es válido incluso dentro del mismo campo laboral científico. El estudio La apariencia facial afecta la comunicación científica, a cargo de Ana I. Gheorghiu y otros, de la Universidad de Essex, publicado en 2017, concluyó que el atractivo facial de un científico genera más interés en su trabajo, pero la gente tiende a catalogar sus artículos como de menor calidad.

Ese mismo año y en base a dicho estudio, Alan Burdic escribió el articulo Vote For Ugly (publicado en The New Yorker) para referirse al concepto de la “belleza premium” o, en su contraposición, la multa por fealdad, que es la tendencia humana a relacionar la apariencia física con el carácter y la capacidad, poniendo al ser atractivo como más capaz en el trabajo y al feo como mediocre o viceversa.

lunes, 10 de febrero de 2020

Cuidado del cabello en el mundo aymara



El cabello en las civilizaciones americanas originarias era símbolo de masculinidad y fuerza en el hombre, cuenta el teólogo y filósofo aymara Guiniol Quilla: “En el época inca ser rapado por haber cometido un delito o por comportarte mal en tu comunidad era visto como el peor castigo posible, significaba vergüenza”.

“Sin pelo no existe una chola”, sentencia la comunicadora social Yola Mamani, creadora del canal de YouTube La chola bocona. “Antes, mi mama decía que con t’amata hay que lavarse, para que el cabello crezca fuerte; y a veces también con la lavaza de la quinua. Con eso te lavas, porque se supone que es como jabón y levanta espuma. Ahora que vivo en la ciudad no puedo usar esto, lo hago cuando voy al campo, pues es todo un trabajito”.

Julia Condori, una ama de casa jubilada de 65 años que vive en El Alto, explica que la t’amata (palabra aymara que significa podrido o en proceso de descomposición) es una técnica que consiste en tomar el orín propio, almacenarlo en un cántaro de barro tres o cuatro días para fermentarlo (hay quienes incluso utilizan ceniza para acelerar este proceso) y utilizar este orín fermentado en el cabello, lo cual hará que éste quede más liso, negro y sano, asegura. Para evitar el olor se puede enjuagar el pelo luego con agua de rosa u hojas de malva.

Quilla también recuerda que sus abuelos solían lavarse los cabellos con agua de quinua. “La quinua produce una espuma que generalmente es muy amarga; pero ese líquido como espuma es muy bueno contra la caspa y la caída del cabello”, recomienda. Otra técnica es, dice, moler la raíz de lirio, mezclarla con agua y utilizarla en el cuero cabelludo.

Dado el largo, brillo y negro intenso que lucen actualmente las mujeres aymaras, quizás sea una buena idea rescatar estas costumbres que se siguen transmitiendo a lo largo de varias generaciones.

Con datos de: Guiniol Quilla (teólogo y

filósofo aymara, Tel.: 77585927) y

Yola Mamani (chola bocona, feminista y activista de Mujeres

Creando, Tel.: 77703154) y Julia Condori

(ama de casa jubilada alteña)

miércoles, 5 de febrero de 2020

Protector solar, tu aliado de belleza



Si quieres evitar manchas cutáneas, el envejecimiento prematuro o una de las enfermedades más temidas: el cáncer de piel, es importante que uses diariamente protector solar y Solaris es una excelente opción por su tamaño y composición, recomienda la dermatóloga Patricia Santelices.

Lo correcto es que te lo apliques 20 minutos antes de salir de casa sobre la piel limpia; pero no solo en el rostro, también en las manos, brazos y piernas, afirma la especialista.

La modelo Yuvinca Velarde, por ejemplo, encuentra en Solaris el mejor aliado en su rutina diaria de belleza: “Lo uso todos los días para prevenir las manchas y arrugas; no me deja pesada la cara ni blanca, deja la piel suave y puedo maquillarme sin ningún problema después de la aplicación”.

Además, “Solaris te protege del sol hasta la segunda capa de piel; tiene una excelente cosmética, ya que no te deja la piel grasosa y puede usarse sobre cualquier tipo de cutis”, dice la Gerente de Producto de la importadora SAE, Claudia Valdivieso.

Toma en cuenta también que “el uso del protector solar esta indicado a partir de los seis meses de edad, principalmente cuando los pequeños están expuestos a la radiación solar”, aconseja la dermatóloga.

“Mi bebé de dos años usa Solaris Baby & Kids, también le deja una piel suave y se absorbe rápidamente, igual que una crema facial; además tiene un aroma a chicle”, cuenta Velarde.

Solaris viene en presentación de 90 gramos y cuatro variedades. “El Baby & Kids, con un factor de protección solar (SPF) 30 y aloe vera; el Sport, de factor 50, ayuda a que no se escurra rápidamente de la piel al entrar a la piscina o mientras se está ejercitando al aire libre; el Facial, con un factor 30, tiene manteca de karité que ayuda a hidratar el rostro y vitamina E para prevenir el envejecimiento; y el Familiar, con un factor de protección solar 50 y cubre cada gusto y necesidad de la familia”, explica Valdivieso.

Si te encuentras en el trabajo o fuera de casa y deseas retocar tu protector, “lo recomendable es que te limpies un poco el área T del rostro para volver a ponerte el protector solar”, indica la dermatóloga. En caso de que vivas en La Paz, el factor de tu protector solar debería ser 50, pero recuerda que también dependerá de la frecuencia con que lo administras, añade Santelices.

Su composición lo hace ideal para las largas estadías al aire libre o cuando estés en la playa o piscina.
Esta versión familiar tiene el factor de protección solar preciso para la altitud de La Paz.
Adecuada para la piel del rostro, contiene manteca de karité y vitamina E que ayudan a mantener una piel sana y nutrida.
Esta versión para bebés y niños puede ser usada tan pronto cumplan seis meses de edad; cuida su delicada piel.