Es molesto ponerse frente al espejo y ver una 'protuberancia' a la altura del estómago, sobre todo si la que se observa es una mujer. La 'panza' es motivo de lucha constante en el sexo femenino, es molesta y genera 'crisis existenciales', sobre todo cuando toca conquistar, ponerse ropa ajustada o ir a la piscina y no es exclusiva de gordos, porque también es el 'karma' de las flacas.
LAS EXPLICACIONES. Si bien una 'panza' abultada genera impresiones estéticas, tiene varias explicaciones, una de ellas es la obesidad o exceso de peso, pero las personas delgadas también pueden padecerla, en algunos casos por digestión lenta y estrés, en otros por retención de líquidos y también por flacidez.
La obesidad puede tener explicación en la genética, edad o forma de vida sedentaria. La digestión lenta tiene su origen en la acelerada masticación y problemas intestinales. La retención de líquidos se debe a mala alimentación como el exceso de sal y los cambios hormonales, por lo general estas mujeres tienen también acumulación de celulitis. La flacidez es ocasionada también por el sedentarismo y la falta de ejercicios, además que hay tipos físicos con mayor propensión a esto.
Mónica Vera, cirujana bariátrica (especializada en problemas de obesidad), explica que también influye en la aparición de la panza ''la ingesta de alcohol, independiente de que sea cerveza o no (por la cebada)''.
ADIÓS AL BULTO. Luego de descubrir la causa del vientre pronunciado, hay que atacar directamente. Si la hinchazón se debe a obesidad, ''es necesario buscar la orientación de un especialista en nutrición para que sugiera una dieta, además de hacer ejercicios y eliminar el alcohol'', explica la doctora Mónica. Cuando se trata de tránsito intestinal lento, hay que añadir fibra a la dieta (legumbres como arvejas y porotos, cereales, etc). Para la retención de líquidos se aconseja evitar los dulces y fiambres, comer más vegetales, sobre todo crudos y tomar abundante agua. La flacidez sólo se elimina, además de con ayuda de una dieta, con ejercicios localizados. Vera recomienda la cirugía sólo como último recurso, cuando no funcionen ni dietas ni ejercicios.
UN ABDOMEN CON IMPACTO EN LAS EMOCIONES
De acuerdo a la experiencia de la especialista Mónica Vera, el problema del estómago abultado puede influir en las relaciones sociales, laborales y de pareja. ''Hasta para vestirse surgen los conflictos, como cuando toca ir a una fiesta o comprar ropa, también se dificulta tener sexo, o cuando la familia dice a la persona que no coma y se pone histérica, cambian los estados de ánimo, etc.''. Estas situaciones normalmente tienen su explicación en una baja en la autoestima, debido a la inseguridad que genera la apariencia física, por más leve que parezca.
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