sábado, 20 de agosto de 2011

Callos, un problema que se previene

A pesar de la importancia de los pies, éstos suelen ser la parte del cuerpo más descuidada y maltratada, principalmente por el uso de zapatos inadecuados, malas posturas al caminar y exposición al ambiente. El problema más frecuente, tanto en varones como mujeres, son los callos; una reacción de la piel ante la fricción constante. Según el podólogo, Guillermo Lazcano Morón, un mecanismo de defensa que puede convertirse en algo molesto, pero no imposible de curar.

“Los callos se retraen cuando se elimina la causa”



causas

Las callosidades reflejan un daño sobre la piel, principalmente de los pies, causados por una presión indebida o trabajo constante.

Los callos, también, pueden presentarse en las manos por el constante uso de alguna herramienta. Pero, de los pies son más dolorosos y molestos.

Esta dolencia también se presenta por problemas subyacentes como los juanetes o luxaciones de los dedos.

cura

Por lo general, el único tratamiento eficaz es la eliminación de la fricción, afirma el podólogo. Si el callo es el resultado de un calzado que no ajusta bien, al cambiar el calzado, el callo se elimina al cabo de un par de semanas.

“Los podólogos desgastamos el callo hasta que se regenere la zona, pero mucho depende del estado de la piel para hacerlo”, precisa Lazcano Morón.

También existen remedios caseros y cremas que pueden ayudar como las pomadas de pétalos de caléndula y aloe vera, que suavizan el tejido y actúan como antiinflamatorio.

La alimentación rica en vitaminas A y E, así como los baños calientes con aceites naturales y sales también son necesarios.

clavos y callos

No se debe confundir los callos con los clavos. Éstos últimos son bultos córneos de piel con un núcleo central de queratina endurecida que duele si se presiona hacia adentro. Los clavos aparecen sobre las articulaciones de los dedos y en las plantas de los pies.

corte

Existen algunos utensilios para cortar los callos, pero se aconseja no emplearlos ya que se expondría a una infección y hasta una hemorragia. Las personas con diabetes no deben cortarse los callos porque al ser una zona húmeda y con poca irrigación no sanan rápidamente.

zapatos

Observe que exista suficiente espacio, más o menos de media pulgada, entre el dedo más largo del pie y la punta de zapato (tanto izquierdo como el derecho). Escoger un material que sea suave y flexible y permita que el pie traspire, sin que ajuste ni sea flojo.




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