miércoles, 13 de julio de 2011

El estrés o trastornos del sueño pueden provocar dolores de diversa intensidad.

Se manifiesta como un síndrome de dolor generalizado, cansancio y alteración del ánimo. La fibromialgia es una condición que causa dolores musculares y fatiga (cansancio), el primer paso para controlarlo es aprender a reconocerla y a saber lo que lo mejora o empeora, de forma que se pueden buscar soluciones que permitan a la persona volver a disfrutar de la vida.


La fibromialgia se caracteriza por dolor de larga duración en los músculos y en las articulaciones de todo el cuerpo. Puede ser especialmente intenso en algunos puntos: en la parte alta y baja de la espalda, rodillas, codos y glúteos. La intensidad del dolor varía de día en día, y puede cambiar de lugar, pudiendo llegar a ser más severo en aquellas partes del cuerpo que se usan más (cuello, hombros, cadera y pies). En algunas personas, el dolor interfiere con las tareas diarias y cotidianas, mientras que en otras, solo les ocasiona un malestar leve, señala el médico Juan Fernando Mendieta.

MALESTARES. Son muy frecuentes los trastornos del sueño, el cansancio, la rigidez y sensación de hinchazón y entumecimiento de las articulaciones, alteraciones intestinales con estreñimiento seguido de descargas diarréicas, sequedad de boca, acidez de estómago o exceso de gases.


Con frecuencia, los enfermos padecen dolor de cabeza y de la articulación témporo-maxilar, vértigo o sensación de mareo, e hipersensibilidad a la luz o a los ruidos. Algunas pacientes presentan dolor menstrual y al mantener relaciones sexuales, señala el experto.


La ansiedad y la depresión pueden empeorar con la falta de sueño y la tensión, y a la inversa, los síntomas dolorosos se agravan por el cansancio y la depresión.

EL DIAGNOSTICO. El diagnóstico se basa en el examen clínico de los síntomas del paciente realizado por un médico. No hay ninguna prueba diagnóstica específica, pero sin embargo, es importante realizar algunas pruebas analíticas para descartar otras enfermedades, como por ejemplo las reumáticas, la artritis o la osteoporosis, que tienen síntomas similares y requieren otros tratamientos.

PARA COMBATIR. Hay medidas que alivian los síntomas y mejoran la calidad de vidas tales como: mantener unos buenos patrones de sueño con horarios estables, deben evitarse situaciones estresantes, reduciendo el estrés. También ayuda hacer ejercicios, la asistencia psicológica y los fármacos.

MAL QUE CRECE

Se cree que un 80 por ciento de quienes padecen el mal son mujeres.

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