Don Jesús (64) después de manejar por más de 40 años su motocicleta se tiró su primer porrazo. Al llegar al servicio de salud le diagnosticaron múltiples raspones, un tobillo fisurado, y lo más "grave", una herida de casi 2 centímetros de profundidad en su pie, a lo que el médico le pregunta ¿Es usted diabético? Sí, responde el malherido. "Va a tener paciencia porque esto va a estar para largo", le explica el galeno.
Los riesgos. La especialista en endocrinología de la clínica Incor, Dina Mojica Escobar, insiste que es necesario tener conciencia que la diabetes es una enfermedad que al mantener los valores mínimamente elevados lo convierte al paciente en un blanco para cualquier complicación ya sea a corto o largo plazo. "Es necesario capacitar tanto al paciente y a la familia de estas serias complicaciones, que pueden empezar desde leves heridas en la piel y progresar a un pie diabético y amputación del miembro, si no se hace un tratamiento oportuno", manifestó.
Daños en los nervios. La diabetes, además de cambiar la forma en que el cuerpo produce, controla y utiliza la glucosa, acarrea otra serie de complicaciones que pueden obstaculizar y retardar la curación de las heridas, aunque sean leves. En el sitio vidaysalud.com explican que entre estas se encuentran daños en los nervios (neuropatía). Los nervios responsables de recibir las sensaciones en la piel pueden estar dañados.
Esto le pone en riesgo de tener menos sensibilidad en los pies, y entonces puede no darse cuenta de que tiene una ampolla, o herida hasta que esta empeora o se infecta.
Debilidad y arterias estrechas. Otro de los inconvenientes es el sistema inmunológico debilitado por los niveles elevados de la glucosa, lo que aumenta las posibilidades de que una herida se infecte. También se suman las arterias más estrechas, lo que dificulta una buena circulación, que es un factor fundamental a la hora de promover la cicatrización y la curación de las heridas.
Prevenir es la clave. Una buena alimentación es indispensable para su debido control de azúcar en la sangre, indica la especialista Dina Mojica. Habrá que cuidar la piel, hidratando y dando masajes en los pies, manteniéndolos secos y limpios. Los zapatos deberán ser cómodos, evitando los tacos. El corte correcto de las uñas, deberá ser realizado por un especialista "podóloga". Nunca caliente sus pies con estufa o con bolas de agua caliente, podrían ocasionarle quemaduras. Evite las medias o calcetines de nylon o fibra, ya que estos aumentan la sudoración. En síntesis revise sus pies diariamente, con trole cuidadosamente si tiene ampollas, callos, áreas peladas o enrojecidas. Si no puede ver con claridad, pida ayuda a una tercera persona para que examine sus pies diariamente. Por último, deberá mantenerse físicamente activo, haciendo ejercicios regulares.
En cuanto tiempo sano. El tiempo de cicatrizaciòn de una herida en el paciente diabético depende de los factores pre existentes (anterior a la herida), a los valores de glicemia (azúcar en sangre), y al tratamiento oportuno, explicó Mojica.
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