Cada verano, los médicos advierten que la protección solar es imprescindible para preservar la salud de la piel, pero si además deseamos minimizar las arrugas hay que echar mano de las cremas inteligentes y ciertos hábitos que protegen nuestra piel, sin necesidad de escaparnos del sol.
Llega la primavera
En primavera el sol hace brotar las flores, devuelve la vida y nos pone de mejor humor. Pero el sol también tiene otros beneficios: fomenta la producción de vitamina D, la absorción del calcio en los huesos y estimula nuestro sistema inmune. Y, claro está, nos otorga ese bronceado que Coco Chanel puso de moda en los años veinte y que nos sienta tan bien.
Pero también comienzan los peligros asociados a la exposición a la radiación ultravioleta: quemaduras, envejecimiento de la piel e incluso melanomas. De hecho, muchos dermatólogos recomiendan, directamente, huir del sol. Está claro que broncearse es negativo y, según hemos comprobado en los últimos años, es señal de daño.
A pesar que “el sol es imprescindible para la vida y tienen efectos muy positivos sobre el organismo, una exposición excesiva sin la protección adecuada puede dañar la piel y provocar foto-envejecimiento, lentigos solares, inflamaciones o eritemas”, advierte la doctora Natalia Ribé, especialista en medicina estética.
Se debe tener muy presente que los rayos ultravioletas son una de las principales causas de envejecimiento y daño de la piel. Extremar la precaución garantiza su salud y belleza.
Mandato 1:Los beneficios del sol. Con prudencia, el sol es bueno, una fuente de vida, luz y calor para la Tierra, necesario e imprescindible para el ser humano. Entre sus bondades está la síntesis de vitamina D, indispensable para el desarrollo de los huesos. “Esta vitamina se encarga de transporta el calcio al tejido óseo, también es cierto que esto no debe conducir a la ausencia de fotoprotectores”, afirma Ribé.
El sol es terapéutico es caso de psoriasis, eccemas y vitíligo. “Su déficit puede provocar cáncer de mama, colón y próstata”, declara la doctora.
Mandato 2:¿Cuál es el mejor protector? Siempre y cuando tengan una completa protección UVA y UVB cualquier protector sirve, es importante aplicarlo media hora antes de exponerse al sol, “reaplicarlo y ser generosos con la cantidad”, dice la doctora.
Mandato 3:No los olvides. No se deben pasar por alto las manos, el escote, el cuello y las orejas, “zonas muy susceptibles a la aparición de manchas” explica la doctora, quien aconseja seguir una dieta rica en frutas y verduras, lo que ayudará a tener una piel saludable.
Mandato 4:Añade color a tu dieta. Cuanto más intenso sea el color de las frutas y verduras que ingieras, más betacaroteno contienen y mejor prepararán el organismo para recibir los rayos solares, pues éste ingrediente ayuda a aumentar la reserva de antioxidantes. Tómalos un mes antes del “gran destape”. Opta por productos integrales, que aportan vitamina B, que hidrata y ayuda al bronceado.
Mandato 5:Capital solar. Antes de lanzarse como lagartija bajo el sol, recuerda que la exposición al sol es acumulativa a lo largo de la vida. El tiempo de que disponemos para broncearnos de forma segura es lo que se llama capital solar. Las mutaciones producidas por los rayos ultravioleta se van sumando. Algunas se reparan, pero otras no. Recuerda que el organismo tiene un límite de reparaciones y no hay que sobrepasarlo.
Mandato 6:Di no a los foto-tóxicos. Los alcoholes cutáneos y ciertos medicamentos, como la píldora anticonceptiva, pueden producir manchas en la piel cuando ésta entra en contacto con los rayos solares. También algunos medicamentos, como los de hipertensión arterial o los antinflamatorios tópicos, han dado episodios de foto-toxicidad. Conviene consultar al médico si se puede suspender su uso o ingesta para exponerse al sol.
Mandato 7:Accesorios solares. Además de que el fotoprotector sea resistente al agua, es importante evitar las horas en la que el sol incide más, usar gafas, sombreros o gorras y beber abundante agua.
Mandato 8:Ritual After-sun. Una vez que se termina tu jornada de sol, es fundamental darse una ducha e hidratar la piel a conciencia con productos untuosos y regeneradores. “Se deben escoger distintos productos específicos para la cara y para el cuerpo”, aclara la doctora
Mandato 9:Un mes antes. 30 días antes de la exposición al sol, la doctora recomienda “realizar un ‘peeling’ para exfoliar las capas más superficiales de la piel y así conseguir un tono más uniforme y facilitar la penetración de las cremas”.
Es mejor que la exfoliación sea química antes que mecánica (por fricción de partículas). Usar durante el invierno ácidos como el retinoico y el glicólico en dosis bien toleradas es una sabia estrategia. Estos compuestos siguen siendo clásicos difícilmente sustituibles en dermatología cosmética a pesar de las crecientes supuestas alternativas que ofrece la industria cosmética. Por supuesto, el invierno es la época ideal para los peelings químicos que actúan como preparativos estivales. Las personas con pieles con impurezas e imperfecciones deberían inclinarse por uno de ácido salicílico.
Mandato 10:Quince o veinte días antes. Ya se acerca el verano, y es conveniente tomar nutricosméticos y aceleradores de bronceados que prolongan y aceleran el bronceado. “Sus principios activos refuerzan las defensas de la piel frente a los efectos nocivos del sol”, añade Ribé. Hoy en día, los nutricosméticos, forman parte de nuestro “ritual beauty”. Y es que éstos complementos orales protegen la superficie de la piel desde el interior del organismo. En el futuro, las pastillas desbancarán a las cremas. Conviene empezar a tomarlos un mes antes para notar sus efectos: además de defender, consiguen un bronceado más uniforme y libre de manchas.
Con ayuda de los cosméticos
Una piel bronceada y luminosa irradia salud, belleza y vida. Sin embargo, los estragos que los rayos UV pueden causar a la piel son muchos. Por ello, la esteticista Maribel Yébenes propone un protocolo de preparación de la piel para aumentar las defensas y evitar que el bronceado.
De la mano de los cosméticos también se puede reparar y preparar la piel antes de que le lleguen los rayos del sol. Las firmas cosméticas están continuamente investigando e introducen en sus fórmulas antioxidantes como los flavonoides, carotenoides, ácido ferúlico y vitaminas C y E con el fin de preservar la salud de la piel.
Así la firma Lancaster tiene productos específicos para pieles maduras con activos anti-manchas y enriquecidos con agentes calmantes que frenan la acción de los rayos infrarrojos.
Por su parte la casa de cosméticos Biotherm ha lanzado al mercado el concentrado correcto “Firm Corrector” elaborado con el macroalga L.Ochroleuca, extraído de las corrientes del mar Céltico que ayuda a recomponer el colágeno y aporta elasticidad a la dermis.
QUICKIE
Cabello: Es sensible al sol y conviene ser precavida. Antes de exponerte, lleva el pelo bien preparado con tratamientos para cada tipo: hidratar el seco, nutrirlo o usar protectores de color en cabellos teñidos.
Los tejidos son la mejor forma de protegerse del sol y el algodón y seda son las mejores prendas. Los colores oscuros protegen más, los tejidos mojados permiten mayor paso de radiación.
El polypodium leucotomos (bautizado como Fernblock), es un helecho con propiedades antioxidantes y fotoprotectoras que ayuda al sistema inmune y reduciendo los daños oxidativos e inflamatorios infligidos por el sol en la piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario