jueves, 8 de diciembre de 2011

Carbón contra el mal olor

Un pedazo de carbón o unos granos de café tostado repartidos en diferentes lugares de las repisas y cajones de la heladera ayudan a neutralizar los malos olores.

Sucede que existen ciertos productos alimenticios que tienen de manera natural un fuerte olor y, al mezclarse con otros, despiden aromas concentrados desagradables. Entre éstos está la cebolla, así que nunca guardes ninguna preparación que la contenga sin taparla. Este tubérculo tiene la particularidad de desprender un fuerte olor que contamina el resto de los productos en la heladera.

Aida, una de nuestras awichas, aparte de recomendarnos tener siempre los alimentos bien empaquetados, nos sopla otro truco para eliminar el mal olor: hacer una especie de pelota con miga de pan remojada con vinagre y colocarla sobre un plato dentro de la nevera. Se supone que la miga absorberá los aromas no deseados.

Vainilla

Deja un frasco de esencia de vainilla abierto en la parte central de la puerta para que su fragancia llegue a todas las repisas, compartimentos y cajones de la nevera, incluyendo el suelo, el fondo y el techo.

Descomposición

Si el olor es demasiado fuerte, lo mejor que puedes hacer es quitar todo lo que haya en la nevera, descongelarla y desechar la comida que tenga indicios de descomposición. Lava bien los alimentos que se puedan meter en el agua y luego sécalos para volver a ponerlos dentro de la nevera.

Contaminación

Un alimento en mal estado genera olores fuertes y penetrantes que además afectan a los otros que están próximos o en niveles inferiores. Lava la heladera cada diez días con detergente y gotas de lejía o hipoclorito y sécala bien con un paño suave antes de volver a meter los alimentos.


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