Aquellas palabras que avisan de que “las prisas nunca son buenas” parecen tener un sentido más amplio que el de una simple frase hecha. Así se desprende de las conclusiones del último estudio publicado en “Archives of Internal Medicine”, donde se ha estudiado la evolución de 201 personas afroamericanas que han superado una enfermedad cardiovascular.
La investigación, que ha contado con un período de seguimiento de cerca de nueve años, estudió la incidencia del estrés como factor de recaída en un nuevo accidente cardiovascular.
La importancia. "Se ha visto en el estudio que a largo plazo, las personas que practican la meditación trascendental veía reducida en cerca de un 47% el riesgo a una recaída comparándolo con aquellos que seguían el plan normal", explica Robert H. Schneider, uno de los autores de este estudio.
Controlar el estrés para evitar un infarto cardiaco o un ictus, es tan importante como puede ser otros factores como la hipertensión, el colesterol o la obesidad.
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