A todos, sin duda, nos preocupa nuestra apariencia física. Y es normal que nos disguste una parte de nuestro cuerpo o que tengamos alguna característica o rasgo físico "sobresaliente".
En un grupo de personas, sin embargo, la percepción de la apariencia física puede volverse una preocupación obsesiva. Específicamente es una obsesión por un defecto físico que en realidad no existe. Y a pesar de que quienes rodean a esta persona le aseguran continuamente lo contrario, ella continúa "viendo" esos defectos.
Las causas del trastorno dismórfico corporal (TDC) no son claras y aunque varían de persona a persona, se cree que podría ser una combinación de factores genéticos, ambientales y biológicos. Algunos expertos creen que podría ser causado por un desequilibrio químico en el cerebro.
Aunque algunos estudios han encontrado que el abuso o abandono durante la infancia también podría ser un factor contribuyente.
SEÑALES DE ALERTA. Una persona con TDC, por lo general, usa maquillaje excesivo o ropa pesada para ocultar su supuesto defecto. Repetidamente se mira en el espejo y busca continuamente que la tranquilicen y le aseguren el estado de su apariencia. Con frecuencia se toca o analiza su supuesto defecto, y continuamente puede pincharse la piel o jalarse el cabello o cejas.
Quienes sufren TDC se sienten muy ansiosos cuando están rodeados de gente. También pueden buscar ayuda médica para solucionar su supuesto defecto. Estas personas suelen hacer dieta y ejercicio en exceso. Es difícil que una persona que padece este mal pueda mantener un trabajo y en ocasiones evita socializar con otros. Y también le es muy difícil mantener una relación.
¿La culpa es de los medios?. El doctor David Giles, de la Universidad de Winchester, autor del libro Personality and Individual Differences "Personalidad y Diferencias Individuales" cree que uno de los responsables de este tipo de trastornos son las imágenes que promueven los medios de comunicación.
Los síntomas por lo general surgen durante la adolescencia o primeras etapas de la adultez, cuando la persona es más susceptible a las críticas por su apariencia física. Existe una creencia errónea de que sólo las mujeres sufren TDC. "Entre los varones, muchos se enfocan en su musculatura, quizás no buscan una perfección estética sino algún tipo de regularidad o simetría y se obsesionan con lograrlo", dice la profesora Naomi Fineberg.
En un grupo de personas, sin embargo, la percepción de la apariencia física puede volverse una preocupación obsesiva. Específicamente es una obsesión por un defecto físico que en realidad no existe. Y a pesar de que quienes rodean a esta persona le aseguran continuamente lo contrario, ella continúa "viendo" esos defectos.
Las causas del trastorno dismórfico corporal (TDC) no son claras y aunque varían de persona a persona, se cree que podría ser una combinación de factores genéticos, ambientales y biológicos. Algunos expertos creen que podría ser causado por un desequilibrio químico en el cerebro.
Aunque algunos estudios han encontrado que el abuso o abandono durante la infancia también podría ser un factor contribuyente.
SEÑALES DE ALERTA. Una persona con TDC, por lo general, usa maquillaje excesivo o ropa pesada para ocultar su supuesto defecto. Repetidamente se mira en el espejo y busca continuamente que la tranquilicen y le aseguren el estado de su apariencia. Con frecuencia se toca o analiza su supuesto defecto, y continuamente puede pincharse la piel o jalarse el cabello o cejas.
Quienes sufren TDC se sienten muy ansiosos cuando están rodeados de gente. También pueden buscar ayuda médica para solucionar su supuesto defecto. Estas personas suelen hacer dieta y ejercicio en exceso. Es difícil que una persona que padece este mal pueda mantener un trabajo y en ocasiones evita socializar con otros. Y también le es muy difícil mantener una relación.
¿La culpa es de los medios?. El doctor David Giles, de la Universidad de Winchester, autor del libro Personality and Individual Differences "Personalidad y Diferencias Individuales" cree que uno de los responsables de este tipo de trastornos son las imágenes que promueven los medios de comunicación.
Los síntomas por lo general surgen durante la adolescencia o primeras etapas de la adultez, cuando la persona es más susceptible a las críticas por su apariencia física. Existe una creencia errónea de que sólo las mujeres sufren TDC. "Entre los varones, muchos se enfocan en su musculatura, quizás no buscan una perfección estética sino algún tipo de regularidad o simetría y se obsesionan con lograrlo", dice la profesora Naomi Fineberg.
1,2% de población en el mundo está afectado con el síndrome TDC.
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