LOS PRIMEROS DETALLES. Una buena forma de empezar es preguntarse qué estilo seguir: minimalista, clásico, contemporáneo, etc. Considera los colores neutros como una alternativa para las paredes, techos y muebles. Al ser un lugar en que los géneros masculinos y femeninos deben convivir, ninguno debe tener predominio sobre el otro.
LA CAMA ES LA PROTAGONISTA. El modelo seleccionado debe armonizar con el resto de la decoración del dormitorio y tampoco desentonar con la decoración general de la casa.
Ambos miembros de la pareja deben tener acceso a algún lugar para guardar sus objetos personales. Lo ideal es colocar dos mesitas de noche, una por cada lado de la cama. De no ser posible hay cabeceras que cuentan con espacio para colocar objetos.
Para el resto del mobiliario, todo dependerá de sus gustos, presupuestos y dimensiones del cuarto. Si no disponen de mucho espacio, pueden no tener lugar para una cómoda de grandes proporciones, pero sí para cajoneras altas y angostas.
EL TELEVISOR
Ver televisión durante la noche puede ser agradable. De todas formas, y para no hacerlo por inercia, coloca la televisión en un armario. De esa forma podrás ocultarla cuando quieras y prestarle atención a tu pareja. Puedes colocar un sillón para ver televisión o leer un rato.
ADORNOS
Decorar las paredes con fotografías familiares puede ser una buena idea. Sin embargo, evita el exceso de adornos de porcelana, los osos de peluche y otros pequeños objetos de cristal. Así mantendrás la habitación despejada y prolija ideal para compartir en pareja.
INDISPENSABLES
Asegúrate de que cada uno tenga las almohadas suficientes. Tal vez al momento de dormir puedes optar por una sola (o incluso por ninguna). Sin embargo, en algún momento querrán sentarse en la cama para leer o ver la televisión. De esta forma estarán más cómodos.
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