Explorando el cuerpo. El correcto examen de piel se debe hacer observando atentamente el cuerpo con los brazos en alto, de frente y de lado ante un espejo y con luz suficiente. El autoexamen debe realizarce en antebrazos, brazos, piernas, las palmas y planta de los pies, además del cuello y el cuero cabelludo, si nota alguna lesión o cambios en un lunar debe ser consultado de inmediato a un especialista.
Los tipos más frecuentes de cáncer de piel. Son tres: basocelular, el cáncer de piel más frecuente. Se presenta en personas adultas con antecedentes de exposición crónica al sol; espinocelular es el segundo tipo más frecuente y en ocasiones puede presentar ramificaciones (metástasis) a otros órganos; por último el melanoma, que es el más peligroso, por su desarrollo rápido y su metástasis (lesiones a distancia), este tipo puede desarrollarse a partir de un lunar o sin previa lesión.
Asimetría. Los lunares normales son simétricos. Si ve alguna asimetría o una mitad del lunar difiere de la otra debe ser motivo de alarma.
Bordes irregulares. Los lunares tienen bordes regulares. Si observa alguna irregularidad o poca definición en los bordes debe ser consultado con especialistas.
Color. Los lunares pueden ser de color claro u oscuro, pero siempre tendrán un tono homogéneo. Si detecta dos o más tonos, consulte al especialista.
Diámetro. Los lunares por lo general tienen un diámetro de 6mm. Si detecta un lunar de mayor dimensión podría ser una alarma para ser consultada.
Evolución. Se sospecha la aparición de un melanoma cuando se produce alguna anomalía, como sangrado, inflamación, enrojecimiento, endurecimiento o picor.
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