Si tu intuición te está diciendo que hay algo que no encaja, escúchala y toma nota de las señales que te ayudarán a reconocer si tu pareja es alguien que no te hace bien.
“Muchas veces, lo más saludable es alejarnos de la persona que lo único que hace es ridiculizarnos, ponernos apodos, burlarse de nuestras acciones o de nuestra apariencia física”, sugiere la psicóloga Sonia Grottret.
Sin embargo, explica que, en estos casos, lo más preocupante no es quién agrede, sino quién se deja agredir. Ésta última debe exigir respeto y mantener equilibrada su autoestima para así evitar que lastimen su corazón.
“Si te das cuenta de que tu pareja muestra las características de una persona tóxica, lo mejor es alejarte, aun cuando sientas que lo quieres”, recomienda Gottret.
Lo peor que puedes hacer es justificar su comportamiento con frases como: “Es siempre así de bromista”, “él no es malo, es su forma de ser”, o “lo dice en chiste, me ama de verdad”. “Si te identificas con la persona que vive justificando los malos actos de tu pareja en contra tuya, necesitas una terapia que te ayude a valorarte más”, afirma.
Si eres agredida y no puedes manejar esto, probablemente necesites la ayuda de un especialista que trabaje con tu autoestima y te haga entender que nadie tiene derecho a tratarte mal y que vales por lo que eres.
“Suele ocurrir que cuando estoy conversando con mi novio, de repente me suelta un comentario sarcástico que me deja sin palabras o utiliza frases como ‘eres fea’, ‘tus ojos son muy chistosos’, critica mi forma de vestir, a mis amigas y después dice que era sólo una broma”, se queja Sonia, una estudiante universitaria.
La psicóloga explica que es posible que estés frente a una persona pasiva agresiva. “Ésta suele agredir, pero de manera muy camuflada.Te bajonea y luego lo deja pasar como si nada hubiera ocurrido”.
Detéctalo a tiempo
Por eso, cuando empieces a salir con alguien, presta atención. El portal http://consejosamor.about.com recomienda que si te hace sentir mal cuando estás con él (estresada, ignorada, poca cosa o culpable), pero siempre se las arregla para halagarte o manipularte cuando tú te muestras descontenta por la forma en que te trata, es una persona tóxica que acabará dañándote el corazón. Puede que sus palabras sean muy halagadoras, pero mira sus ojos y sus gestos para ver si es realmente sincero. Si vez algo anormal en él, aléjate o aclara las cosas en el momento.
Si en algún instante te dice que él es “un veneno”, “un mal hombre” o “un impresentable”, hazle caso… ¡Lo es! Está probándote para saber si eres el tipo de mujer que se quedará a su lado aunque se porte mal, como una madre abnegada.
Muchas veces las personas que son negativas o “tóxicas” no cambian por más de que traten y se debe a que no tuvieron una vida tranquila durante su crecimiento. “Es decir que se criaron de la misma manera. Sus padres se burlaron de ellos cuando eran niños, no se preocuparon por elevar su autoestima”, explica la psicóloga Mónica Soliz.
Elimínalo de tu vida
Es bueno que la persona que se expone a ese tipo de trato se dé cuenta de que esa relación no puede seguir adelante por su propio bien y que debe tener el valor de terminarla. “Puedes decirle, por ejemplo, que respete tu forma de ser, que no es superior a ti, que no tiene derecho a tratarte mal y mucho menos a ofenderte”, aconseja Soliz.
“No dejes que este trato se convierta en una costumbre hasta el punto de hacerte sentir que es algo normal. Darle el lugar que corresponde a una persona es una muestra de respeto”, señala la experta.
Hay personas que a pesar de tener esta relación tóxica llegan hasta el matrimonio y, por tanto, el matrato se convierte en un estilo de vida que lo único que hace es resaltar defectos y disminuir virtudes.
Así que ponle un alto a estas personas que resultarán nefastas para ti. “Muy pocos cambian de actitud, si bien la mayoría se esfuerza por mejorar, termina siempre en lo mismo y llega a contaminar el ambiente hasta el punto de hacer de este trato algo normal que no debería ser motivo de reflexión por parte del resto de las personas”, sostiene Soliz.
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