miércoles, 9 de enero de 2013

Las 5 dietas más peligrosas del mundo

Desde los tiempos más remotos, hay algunas personas que están dispuestas a arriesgar hasta su propia vida para bajar de peso

Desde la época de los griegos y romanos, algunos individuos se someten a ciertos regímenes muy peligrosos esperando que un milagro los haga adelgazar sin mayores esfuerzos.

"La palabra griega diatia describe todo un nuevo estilo de vida", dice Louise Foxcroft, quien escribió el libro Calorías y Corsés: Historia de la Dieta en los últimos 2.000 años, tal como publica en una nota BBC Mundo.

"Entonces todo giraba en torno a la salud física y mental, fue en el siglo XIX cuando la gente empezó a hacer dietas por razones estéticas más que de salud, y entonces la industria de las dietas comenzó a crecer", aseguró según esa publicación.

A continuación, cinco de las dietas más extrañas y peligrosas de la historia.

1- Masticar y escupir



Fue ideada a comienzos del siglo XX por el estadounidense Horace Fletcher, quien pensaba que ese método era una buena manera de perder peso: la clave era masticar hasta extraer todo lo "nutritivo" (hasta 700 veces) y escupir la materia fibrosa que queda en la boca.

Algunos de sus seguidores más famosos fueron Henry James y Franz Kafka.

Otro de los efectos que provocaba esta dieta era que, debido a la poca cantidad de alimentos que las personas ingerían, éstas defecaban sin olor y sólo una vez cada dos semanas. Su creador se refería al aroma de los excrementos "como el de galletas calientes".

2- La dieta de la lombriz solitaria



Su auge fue a principios de 1900 y, para perder peso, algunas personas ingerían huevos de lombriz solitaria, ya que creían que éstas llegarían a la madurez en los intestinos y absorberían la comida.

Luego de un tiempo soportando diarrea y vómitos y una vez alcanzado el peso ideal, tomaban una pastilla antiparásitos para deshacerse de las lombrices, que pueden llegar a medir hasta 9 metros y provocar problemas visuales, meningitis, epilepsia y demencia.

Se decía que la cantante de ópera Maria Callas comía estos parásitos para intentar perder peso, aunque desde entonces se ha considerado un mito.

3-Arsénico



Tal como ocurre hoy en día, muchas personas buscan pastillas milagrosas que las hagan adelgazar, sin cambiar su alimentación ni hacer ejercicio físico. En el siglo XIX, el arsénico se había puesto de moda y se incluía dentro de los componentes de estos preparados, que eran vendidos por fabricantes sin escrúpulos que, en algunos casos, se hacían pasar por grandes expertos en dietas con tal de ganar dinero.

4- Vinagre



El famoso poeta Lord Byron fue uno de los primeros en imponer su uso en las dietas. Para limpiar y purgar su cuerpo, bebía vinagre a diario y comía patatas mojadas en él. Pero los efectos secundarios incluían vómitos y diarrea.

Sus seguidores se limitaban a consumir vinagre y arroz para lucir el aspecto delgado y pálido de Byron, de moda entonces.

5- Caucho



A mediados del siglo XIX, Charles Goodyear averiguó cómo mejorar el caucho gracias a un proceso llamado vulcanización, que se impuso hasta tal punto que era utilizado en corsés y bragas de goma.

Se creía que la goma hacía presión sobre la grasa y que la excesiva sudoración lograría el ansiado descenso de peso.

Pero este método, según Foxcroft, deterioraba la piel, ya que debido a la humedad a la que estaba expuesta, la hacía vulnerable a infecciones.

Fuente: BBC Mundo

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