Las personas con problemas para descansar deberían pensar bien en qué recursos usan para conciliar el sueño, ya que tomar pastillas o beber alcohol no alivian las dificultades para dormir en el largo plazo y pueden incluso empeorar los trastornos del sueño.
La psicóloga Colleen Carney, de la Universidad de Ryerson (Canadá), llegó a dichas conclusiones tras realizar una investigación con estudiantes universitarios. "Las personas que duermen mal gastan mucha energía en tratar de forzar el sueño. El descanso es algo que debe darse naturalmente, por lo cual cuantas más conductas adopta un individuo para tratar de dormir, menos posibilidades hay de que lo logre", afirmó. Esta nueva investigación fue publicada en la revista Behaviour Therapy. En este nuevo estudio Carey incluyó a 397 estudiantes universitarios que sufrían distintos tipos de trastornos del sueño, que por ejemplo implican dificultades para dormirse, para permanecer dormido o despertarse muy temprano. Estas patologías afectan a entre el 10% y 15% de las personas.
"Las personas que duermen mal adoptan conductas como tomar pastillas para dormir o beber alcohol, que en realidad interfieren con su descanso a largo plazo", sostuvieron los especialistas./
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