jueves, 21 de junio de 2012

El tacto y sus efectos curativos

os masajes no son una costumbre moderna, de hecho hace 2.500 años ya se hablaba en la China sobre rituales y remedios en los que se utilizaban fricciones, masajes y puntos de presión para curar algunas enfermedades. El padre de la medicina, Hipócrates, en el siglo IV A.C. hace mención en una de sus referencias al masaje. “El médico debe saber de muchas cosas, pero sobre todo de “anatipsia” o sea el arte terapéutico de frotar. Hoy en día los “spa” o lugares donde se ofrecen masajes se han puesto de moda. La presión, los problemas diarios y el frenesí que vivimos todos los días nos han hecho ser asiduos visitantes de estos lugares donde encontramos un poco de paz y relajación corporal.

La piel contiene millones de receptores que envían mensajes a la médula espinal y de allí al cerebro a través de las fibras nerviosas. El tacto es una forma de comunicar amor, dulzura, fuerza, comprensión, cariño y seguridad entre muchas cosas más. El tacto son los ojos del no vidente, reconoce la temperatura, la superficie y la consistencia de la materia. En el ser humano es el primer sentido que se desarrolla y es el último en desaparecer. Es otro maravilloso regalo que hace Dios a los seres humanos y que podemos utilizar para nuestro placer, sanación y comunicación.

Sus efectos curativos son muchos. La ciencia ha comprobado en muchos estudios los beneficios medicinales del masaje. Cuando el ser humano nace necesita mucha estimulación. En los casos de nacimientos prematuros el contacto constante, masajeando con delicadeza la piel del bebé, estimula su circulación, hace que esté más activo, se alimente mejor y su desarrollo sea más rápido que aquellos que no reciben la terapia del tacto. Es muy importante que la madre lo toque y que se mantenga el mayor tiempo posible comunicándole a su bebé su presencia y su amor.

El porcentaje de sobrevivencia es considerable cuando estas condiciones están presentes. Se recomienda que en los primeros meses de vida del bebé, se le exponga al contacto con diferentes materiales, tales como objetos suaves, otros más ásperos y que tengan diferentes relieves, para estimular el desarrollo de este sentido.

Las investigaciones y estudios de algunas universidades tales como Duke, Harvard y Miami indican que los efectos curativos son muchos. Este alivia los cólicos, la diabetes, la migraña y la hiperactividad en niños y adultos. En los niños que sufren autismo sirve para aumentar la capacidad de concentración y ayuda a aquellos que padecen de ataques de asma a respirar mejor. Un niño dormirá mejor y más relajado cuando aplicamos masajes a sus extremidades como los pies y las piernas. Cuando una persona se encuentra en un momento de descontrol o muy nerviosa, un abrazo o el contacto de una mano amorosa puede reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, haciendo que esta vuelva a su estado normal. Muchos estudios, indican que el masaje o el contacto directo estimula el sistema inmunológico, reduce la concentración del Cortisol y Noradrenalina, hormonas en un estado de tensión.

El tacto es una forma de comunicar amor, ira, felicidad, satisfacción y placer. En las parejas es muy importante el contacto físico y a veces se puede intuir por la manera que nos toca nuestra pareja, qué intenciones ésta tiene en el momento. No tiene que decir una palabra para saber lo que significa ese gesto. Muchas veces se pide perdón con un abrazo, un beso o simplemente ofrecemos la mano en gesto de conciliación.

El tacto o el contacto físico diario que puede tener una pareja es clave para su desarrollo y duración de una relación feliz y exitosa. Cuando sentimos ira o coraje podemos atacar físicamente a nuestro rival, haciéndole saber cuan enojados estamos, podemos producir dolor. No es lo mismo apretar la mano con vigor y energía, que cuando lo hacemos por compromiso y sin muchas ganas. Este contacto puede dejar una impresión negativa o positiva en la persona que lo recibe. En una reunión religiosa o donde se reúnan personas con un mismo propósito, el cogerse de las manos significa unión, comunión, fuerza y sobre todo integración y solidaridad.

Podemos hacer muchas cosas positivas y maravillosas con el tacto. Entre muchas el aliviar la pena o el dolor de otros seres humanos. Demostrar nuestro apoyo en momentos de crisis. Salvar una vida con un simple gesto de amor y comprensión. Un beso en la mejilla de un anciano, puede hacer que su día sea mucho más feliz que otros.

El automasaje es una de las prácticas que se llevan a cabo en Reiki. Este es un sistema de sanación, autosanación y reequilibrio bioenergético en base a la energía universal y al contacto con nuestra esencia divina. Este incrementa la circulación de la sangre y de la energía Ki en tu cuerpo físico, tranquilizando la mente y relajando el cuerpo. Ayuda a eliminar los derechos acumulados en nuestros tejidos, previene dolencias, contribuye a retrasar el envejecimiento del organismo manteniendo fluida la circulación sanguínea y energética del cuerpo humano.

La ”acupresión” es un método de presión en ciertas partes del cuerpo que utilizaban los chinos hace más de cinco mil años. Estos descubrieron que cuando presionaban, calentaban o puncionaban ciertos puntos del cuerpo humano se aliviaban los síntomas de muchas enfermedades. Al contrario de la acupuntura que usa agujas, estos hacen uso de las manos y los dedos. Cuando este método se practica con regularidad, alivia dolores, tensión, irritabilidad, fatiga, ataques cardíacos y de pánico y espasmos musculares entre otros.

En la medicina Holística se establece la relación entre mente – cuerpo convirtiéndola en una medicina de conciencia. El tacto forma parte de una de las técnicas que se incluyen en muchos de sus tratamientos de relajación y manejo del estrés.

Un ejercicio que puedes practicar cuando tengas mucha tensión y estrés es frotar las manos hasta que se sientan calientes y presionar la parte de tu nuca o el cuello con ellas, cerrar tus ojos y pensar en algo muy lindo y agradable por algunos minutos. Es un remedio corto y eficaz que puedes hacer cuantas veces lo necesites. No olvides extender la mano al que la necesite. El contacto humano es muy importante, no solo para nuestras relaciones personales y nuestro espíritu, sino también para sanar y prevenir muchas enfermedades físicas que el ser humano padece.

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