jueves, 17 de mayo de 2012

Post parto, recupera tu sex-appeal!

Hay mujeres que usan sus mismos jeans preparto al mes de dar a luz, otras tardan años en recuperar su figura y otras nunca llegan a su cuerpo de antes, aunque consiguen uno mejor (más femenino y curvilíneo). Hay mujeres que les cuesta retomar su vida sexual, otras que lidian con la incontinencia y hay quienes caen en la depresión post parto.

Sea como fuera, todas enfrentemos una transformación mental y física luego de dar a luz. Sin embargo, no se habla de la vida sexual o el cuerpo de una mamá… ¿Será una especie de tabú? ¿Nos da miedo hablar sobre ello? ¿O será que hablar sobre tus miedos implica que estás pensando en ti misma en lugar de pensar únicamente en la meta final: un bebé saludable?

Enfrentemos la realidad y hablemos de lo que realmente sucede... la clave es no perder nuestra esencia, autoestima y sexualidad. /

Tu cuerpo

Ya estás en casa con tu bebé. Debería ser el momento más feliz de tu vida, pero la revolución hormonal y el espejo del baño no ayudan. Si ya has dado a luz... ¿por qué sigues con esa panza? Los cambios físicos experimentados durante este período no desaparecen; los órganos y tejidos deben volver a su lugar y los kilos se niegan a desaparecer. Todo este proceso puede durar meses. La buena noticia es que esa pancita es normal… la mala es que seguirá allí por un tiempo más ya que el útero tarda unos 30 días en volver a su tamaño y la musculatura abdominal aún más en volver a su ser.

Lo importante, entonces, es hacer la recuperación física con cautela y paciencia. Si bien los ejercicios ayudan, la clave es ser paciente y respetar la evolución natural de tu cuerpo.

La mayoría de los especialistas no aconseja la práctica de ejercicio durante los 45 días posterior al parto (el puerperio), y si has sufrido una cesárea o episiotomía debes ser más paciente. Será tu médico quien te dé luz verde para empezar a hacer ejercicio.

No obstante, puedes comenzar a atender a tu cuerpo en vías de recuperación. Una buena alimentación, mucho líquido y un buen descanso son claves y contribuyen a que se reacomode el organismo. Además, son beneficiosos para la lactancia, que a su vez, es un gran acelerador de la recuperación física.

“Salí del hospital con 10 kilos más. No veía la hora de empezar a hacer gimnasia, pero mi médico me dijo que esperara. Pensé que nunca iba a perder el exceso de peso, pero la lactancia hizo milagros. Antes de retomar el ejercicio, ya había perdido ocho kilos”, cuenta Sofía, que tuvo su bebé hace diez meses.

La actividad que realizarás depende de la actividad física que practicabas antes del embarazo y de tus condiciones físicas. Por otro lado, debes estar emocionalmente preparada para comenzar a realizarlos. Si no tienes ganas de hacer ejercicio o estás adaptándote a la nueva rutina con el bebé, no te fuerces. El cuerpo, tarde o temprano, vuelve a la normalidad. Pero recuerda que una buena recuperación física después del parto es satisfactoria e incrementa tu autoestima.

Antes de proceder con tu rutina fitness, recuerda que la reeducación perineal es esencial. Al principio elije una actividad suave (gimnasia en grupo, pilates, yoga, meditación o natación) y evita las actividades “violentas” (las que exigen correr o saltar) y las rutinas fitness fuertes. Tanto los abdominales como el step afectan el suelo pélvico y se deben evitar en el post parto.

Tu pelvis. Durante el embarazo y el parto, el perineo (la estructura de ligamentos y músculos que sujetan los órganos en la zona de la pelvis, cierran los esfínteres y aportan estabilidad a las articulaciones y la parte baja de la columna vertebral) sufre agresiones, pues es la zona que más ha sufrido en el parto y tu salud futura depende de su rehabilitación. De hecho, tu prioridad tras el parto es reeducarla para volver a gozar de una vida sexual satisfactoria. Rehabilitarlo te evitará, en el futuro, dolor en la zona lumbar y pélvica, problemas de incontinencia y prolapso genital. Una vez que el perineo recupera la tonicidad, podrás comenzar a trabajar en tu zona abdominal.



Tu vida sexual

El momento del posparto es tal vez el que presenta mayores desafíos en el plano sexual. Claro que hay quienes reinician su vida sexual sin inconvenientes, pero también hay quienes siguen sintiendo temores e inseguridades, sin mencionar el ritmo vertiginoso que se apodera de la pareja con la llegada del bebé y que los deja exhaustos para siquiera pensar en sexo. A esto, súmale los cambios hormonales, anímicos y corporales con lo que tiene que lidiar la mujer.

La mayor parte de los cambios anatómicos y fisiológicos ocurren entre las seis y ocho semanas posteriores al parto, donde la mujer regresa al estado pregestacional. Sin embargo, el tiempo de recuperación de cada mujer varía y es el ginecólogo quien evaluará si la recuperación física es óptima como para reiniciar la actividad sexual. No obstante, la recuperación física no basta. Debes sentirte segura y sin miedos en el momento de la relación sexual, aceptar los cambios físicos y estar predispuesta anímicamente.

Una investigación de la Universidad de Northwestern reveló que “el parto tiene un impacto duradero en la función sexual debido a factores psicológicos más que físicos, mucho más allá del periodo postparto,” concluyeron los investigadores.

Por otro lado, muchas mujeres creen que el hombre la ve como la mamá de sus hijos y siente que perdió su erotismo, ideas que afectan su seguridad en el plano sexual.

“La mujer se siente menos deseada y ya no se siente objeto de atracción sexual de su pareja. Por su parte, el hombre ubica a su mujer en una especia de altar, “la madre de sus hijos”, y genera un cambio por un fenómeno que se da aparte”, explica el médico psiquiatra y psicoanalista de la clínica Los Olivos, Franz Siles.

Las semanas después del parto la mujer evita el sexo por incomodidad física, lo que es aceptado y comprensible durante un tiempo, pero si continúa más allá de lo recomendado por el médico, puede ser negativo para la relación y debe ser tratado a tiempo, ya que podría llevar a una disminución de las relaciones sexuales y acabar con la vida sexual.

Vayan con calma, pon de tu parte, hablen sobre ello y recuerda que todo llega, y poco a poco irán encontrando los momentos y modos para recuperar su intimidad matrimonial, adaptada a su nueva realidad de familia.



Tu mente

Períodos de irritabilidad, fatiga, llantos sin razón, pérdida del apetito, cambios en los patrones de sueño y mayor susceptibilidad… Si estos síntomas aparecen entre los tres y cinco días posteriores al parto estás experimentando “Baby Blues”, una leve depresión posparto que puede durar unas cuantas horas y desaparecer a los quince días después de dar a luz.

Esta condición es común, del 60 al 80 por ciento de las madres la sufre. Y es que los cambios hormonales del embarazo son considerables y los expertos aseguran que el aumento excesivo de los niveles de estrógeno y progesterona que se presentan en el organismo luego del parto, son los responsables de los “Baby Blues”.

“La depresión está relacionada con una caída brusca de los niveles de estrógeno después del parto que trae consigo síntomas muy parecidos a los de la menopausia, como la depresión, la irritabilidad, etc.”, afirma el ginecólogo, Ronald Aparicio. Si a esto se le suma la falta de sueño, el desgaste físico y el cambio en el ritmo de vida, resulta lógico determinar por qué este trastorno es tan común.

Con el transcurso de los días, cuando la madre ya haya descansado y se adapte a los nuevos cambios, esta leve forma de depresión desaparece. Sin embargo, si esta etapa dura más de dos semanas puede ser un indicio de depresión post-parto, que afecta alrededor del 20 por ciento de las mamás. Sin embargo, la depresión post parto es ignorada por vergüenza o miedo a admitir y reconocer los sentimientos y pensamientos que muchas madres tienen durante esta etapa, pero es esencial reconocerla y tratarla a tiempo.

Evítala. Luego de dar a luz relájate, no te sugestiones ni exijas demasiado. Disfruta de tu bebé, descansa lo más que puedas, ocúpate de ti misma, come bien y realiza alguna actividad física como el yoga, la meditación o la natación.

“La clave es pensar que se trata de una transición, un momento de cambio y que las cosas volverán a la habitualidad. Requiere días, semanas o hasta meses, pero lo esencial es saber que es una etapa de estrés, generada por los cambios, y que no es un estado definitivo”, aconseja Siles.

En cuanto a los niveles normales de estrógeno, estos vuelven a la normalidad, pero no existe un tiempo definido. “Hay casos en el que la mujer no ovula un año, siendo el estrógeno fundamental para la ovulación. Las pastillas anticonceptivas ayudan, pero siempre que consulte con su médico”, explica Aparicio.



¿Y él?

Al convertirse en padres, ellos se sienten desplazados, presionados e inútiles. Aunque no lo acepten, también pueden sufrir depresión después de la llegada del bebé; sienten desde irritabilidad y tristeza a alteraciones en el sueño, sentimientos de culpa, falta de motivación y disminución del deseo sexual. Una investigación publicada en la revista Pediatrics afirma que el 10 por ciento de los papás mostraron señales de este trastorno.

“Se da con más frecuencia de lo que se cree y suele aparecer en personalidades con problemas de autoestima o con un alto grado de sensibilidad. Este sentimiento puede empezar antes del parto, pero cuando ya es una realidad concreta sienten más tensión. En hombres que son muy celosos se puede dar una reacción de celos momentánea e inconsciente”, comenta Siles.

Asimismo, él puede llegar a sentir una sensación de ambivalencia: por un lado, la felicidad de la llegada del bebé y, por otro, la inevitable sensación de desplazamiento y abandono. “Es posible superarla mediante la buena comunicación en la pareja”, afirma Siles. La clave es fortalecer la relación durante el embarazo y el post parto, reconocer y validar la presencia del padre como pareja y apoyo, brindar espacios para él papá con su bebé y mantener las actividades de pareja.



QUICKIE

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Un estudio asegura que, luego del parto, las mujeres pierden la confianza en sí mismas y el 42 por ciento pierde el interés por la moda y las tendencias de belleza. ¡No descuides tu rutina beauty! Por el contario, cuídate más!

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