miércoles, 8 de febrero de 2012

Aros, que la pinta no sea un riesgo

Diamantes, fantasía, oro, plata o platino? Los hay pequeños y grandes, llamativos y sutiles. Los aretes o pendientes en muchos casos son un accesorio indispensable para el look, sin embargo, a la hora de elegirlos, además de la moda, también hay que tomar ciertas precauciones de salud. Los aros muy pesados dañan los lóbulos de las orejas, al irlos estirando. Se suma que los lóbulos envejecen con la edad y tienden a “caer”, como los senos, explican el especialista en la página web entremujeres.com.

El peso ideal. Los doctores Horacio Costa Córdova y Mariana Ducard, miembros de la Sociedad Argentina de Dermatología, recomiendan no utilizar modelos de más de 10 gramos de peso, “Los aros pesados pueden agrandar el orificio y, en algunos casos, rasgar el lóbulo hasta separarlo en dos porciones”. A su vez la cosmetóloga cruceña, Dayana Ribera, recomienda mejor usar aros que tienen peso pluma o que son ultralivianos "Actualmente hay una variedad de diseños que se pueden llevar sin lastimar la oreja", agrega. En cuanto al tipo de aros, tampoco todos los de clip son inocuos. Según Costa Córdova y Ducard, si son muy apretados pueden causar inflamación, problemas circulatorios e infecciones.

Metales que lastiman. En otros casos los pendientes pueden producir alergia, que es conocida como eccema alérgico de contacto, dice la cosmetóloga "Esta alergia es producida por algunos metales, el níquel, cobalto, vitlaio y duralio, aunque los tres últimos con menos frecuencia. Estos metales se encuentran en algunos tipos de plata, en el oro blanco y sobre todo en la bisutería", señala.

Dolor e infecciones. La alergia a los pendientes puede producir entre otros: inflamación del lóbulo, picazón (que puede llegar a ser insoportable), eritema, bolitas de pus y heridas. "Si no se trata a tiempo, la piel se sigue resecando, se forman grietas y en casos extremos el agujero puede llegar a rasgarse. El problema se agudiza en época de calor, con la humedad e incluso con el propio sudor, por ello si la alergia persiste, es mejor visitar a un dermatólogo", concluye Ribera.

1 Grandes y sin peso. Si quiere utilizar aros grandes y llamativos, trate que no pesen más de los 10 gramos. Comprar aquellos que son elaborados con metales ultralivianos y tenga cuidado con los niños o con tirones repentinos.

2 Contra la infección. Si en sus orejas se forma pus o una herida, retire los aros y aplique alcohol y algún antiséptico cutáneo. Cuando la herida se seque, aplique una crema hidratante que hará que la piel se renueve.

3 Truco casero. Si quiere utilizar aros que le producen alergia, pinte la parte que estará en contacto con el agujero con esmalte de uñas transparente, actuará como aislante. En algunos casos puede que no dé resultado.

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