El culto al cuerpo y a la delgadez desencadena en trastornos de la conducta alimenticia
Cecilia (25), Claudia (16), Vanessa (17) y María Julia (19) no se conocen pero se parecen porque tienen una historia similar. Todas han padecido o padecen de anorexia y bulimia y están luchando para salir o para no volver a caer en ese infierno, como ellas mismas lo califican.
“Estás gorda, ya vas a rodar o parecés una bola, eran palabras que resonaban en mi cerebro. Fue así que comencé a someterme a dietas que no hacían el fecto esperado y así empezó el infierno. Me obsesioné. Todo el día pensaba en mi cuerpo, en el peso y en la comida. Creía que nadie me quería y hacía de todo por agradar a mis amigos. Mi autoestima estaba por los suelos y me sentía tan inferior como mujer. Hasta que mi familia buscó auxilio y con la ayuda de especialistas pude salir de ese hoyo en que había caído. Aún sigo luchando”, relata Cecilia.
Vanessa cuenta que hace cuatro años que arrastra con la anorexia y la bulimia. Lamentablemente, agrega, estas enfermedades las llevan a un mundo muy oscuro donde no ven su cuerpo tal y como es.
“Odio comer, odio mi cuerpo, pero ahora sé que estoy enferma y quiero curarme. Durante un tiempo aprendií a comer normal y fui feliz, pero desgraciadamente volvía a caer y vivir con anorexia y bulimia no es vivir. Cuesta mucho salir de este infierno en el que nos sentimos insignificantes y en la que la obsesión por ser delgada es el centro de nuestra vida”, afirma esta jovencita.
El culto al cuerpo
Estos testimonios reflejan la influencia que tiene el culto al cuerpo entre las mujeres jóvenes en nuestro país y en el mundo. Esto se debe a un entorno que promueve una cultura de la delgadez y la imagen corporal como forma de aceptación, coinciden los especialistas.
En criterio del endocrinólogo Douglas Villarroel, en los últimos 20 años se ha producido un cambio en el ideal de belleza. Las mujeres gustan más delgadas y por si esto fuera poco, con un cuerpo bien trabajado por una rutina diaria de gimnasia y mejor si están bronceadas. “La presión por acatar los valores estéticos impuestos por una sociedad que rechaza el sobrepeso y bombardea desde los medios de comunicación con los nuevos parámetros de un peso ideal, hace parecer la delgadez como un sinónimo de salud y juventud”, resalta el especialista.
Asegura que las personas que sufren de trastornos de la conducta alimenticia presentan ciertos rasgos característicos: son perfeccionistas, obsesivas, inmaduras emocionalmente, competitivas e inteligentes y muy dependientes de su familia. Su autoestima depende de su peso y de su silueta. Son poco conscientes de su problema y por ello es difícil que consulten por la pérdida de peso, generalmente acuden al médico por problemas somáticos causados por la falta de alimentación.
Influencia de los medios
El sicólogo Teófilo León expresa que los medios de comunicación tienen mucho que ver con el problema, ya que constantemente llueven mensajes acerca de lo que es ser una persona atractiva y de éxito, dirigidos a las chicas. La belleza física aparece siempre asociada al éxito social y profesional. Todos conocen los nombres de las mejores modelos, pero casi nadie reconoce a las mujeres con logros personales importantes como descubrir tratamientos eficaces para una enfermedad o luchar por los derechos humanos.
¿Qué es la anorexia?
La sicóloga Claudia Tórrez define la anorexia como un trastorno alimenticio caracterizado por el rechazo a mantener un peso corporal mínimo normal, inmenso miedo a ganar peso, alteración de la percepción de la forma o tamaño del cuerpo. Los trastornos menstruales y la desaparición de la menstruación son datos de alarma que indican la gravedad del caso.
¿Qué es la bulimia?
Explica que las personas que padecen bulimia comen grandes cantidades de alimentos, llamado atracón y luego utilizan métodos no apropiados para deshacerse de esa comida como vómito, laxantes o diuréticos, a lo que se llama purga.
Datos estadísticos
Según un estudio realizado por la Universidad Mayor de San Andrés realizado en Santa Cruz, La Paz y Tarija, el 4% de las mujeres presenta algún trastorno de la conducta alimenticia. En Santa Cruz, específicamente el porcentaje se incrementa al 5%, mientras que en Tarija al 6%. Entretanto que al 62% de las mujeres consultadas aterroriza la idea de engordar y el 17% piensa en vomitar para perder peso.
En criterio de Miguel de la Oliva, sicólogo del Centro de Salud Mental, los datos registrados son nínimos y de ninguna manera indican una aproximación a la realidad. Agrega que la franja etaria más afectada está entre los 13 y los 18 años, aunque dice que se están incrementando los casos a partir de los 11 años y la relación entre mujeres y varones es de 9 a 1, virando ya hacia 8 a 2.
Por su parte, Claudia asegura que la bulimia generalmente se presenta en mujeres de clase media o media alta entre las edades de 14 y 25 años. Sin embargo, también se han presentado casos en féminas mayores de 25 años y casadas. En cambio, la anorexia habitualmente afecta a jovencitas de entre 11 y 20 años, aunque hay casos en mujeres de más edad.
Causas
Miguel de la Oliva afirma que el problema se incrementa debido a muchos cambios que se dan en la sociedad, entre ellos el culto al cuerpo y a la delgadez, problemas familiares, relaciones conflictivas entre madres e hijas, padres ausentes o que no cumplen su rol y adolescentes sin orientación.
Otros factores que inciden para que se desencadenen estos problemas de conducta alimenticia, señala la sicóloga Maricel Córdoba, es el rechazo o el atentado contra la autoestima de los niños y adolescentes en su entorno familiar y escolar, siendo blanco de burlas por ser más gorditos, haciéndolas sentir las menos agraciados del grupo.
Una forma de venganza
La especialista explica que una vez desarrollan estos males, las anoréxicas o bulímicas los utilizan para lastimar a su entorno familiar como una especie de venganza porque saben que mantendrán preocupados a todos y evitarán la armonía y felicidad en sus hogares. Generalmente a quien más daño quieren hacer es a la persona a quien odian y con la que se reflejan en sí mismas. Estas figuras pueden ser los padres y, en especial, la madre.
“La bulimia y la anorexia representan el rechazo de sí mismos y de su entorno, la confusión e impedimento para salir de encrucijadas mentales la imposibilidad de solucionar un problema o poder huir de un hogar o un mundo conflictivo. Creo que es la forma más dura en que un ser humano puede mostrar una profunda depresión, desmotivación por la vida y el miedo a no ser aceptado ni por la familia ni por las personas que le rodean”, remarca.
Falsos mitos
Maricel manifiesta que anorexia también tiene enemigos ocultos y no solo son los falsos mitos de la belleza en la sociedad, sino que están basados en el hecho de que tanto hombres y mujeres pierden su originalidad y se dejan llevar por las opiniones ajenas. “Esos mitos son creados por el culto a la perfección y a la fabricación de cuerpos ideales que están en la mente de personas que no han podido cumplir dichos sueños, además de la publicidad que se torna obsesiva y perfeccionista”, indica.
Mortalidad y grupos de riesgo
Aproximadamente, afirma Miguel de la Oliva, se registran unos 2.000 óbitos anuales en el mundo por anorexia. De acuerdo con estudios, se estima que la mitad de las pacientes con anorexia o bulimia se recupera totalmente, un 30% lo hace de forma parcial y un 20% no muestra mejoría en sus síntomas. Además la mortalidad precoz alcanza a un 5% y se debe principalmente a complicaciones cardiacas y suicidio.
Los grupos de más alto riesgo son las bailarinas, atletas, modelos, artistas y periodistas, mujeres con enfermedades crónicas, ejecutivas, empresarias o féminas cuya profesión obliga a niveles elevados de desempeño y cuidados del aspecto físico.
Tratamiento
Claudia indica que si tenemos algún familiar y se nota que cada día está más delgado, se tome conciencia, dado que si se habla a tiempo, se puede salvar la vida de esa persona. “Seguro que todos tenemos a alguien a nuestro lado que está padeciendo tales deficiencias alimenticias”, afirma.
Cuando se sospeche o se sepa que una persona sufre de anorexia o bulimia, señala Teófilo León, debe llevarla, lo antes posible, con su médico para que este la remita a un siquiatra especializado en esta enfermedad.
Para Maricel, el mejor tratamiento debe ser analizado desde el origen familiar y las dificultades de las personas para entenderse y respetarse.
Douglas Villarroel opina que el primer paso para el tratamiento es la recuperación del peso y los hábitos alimenticios adecuados. “Los padres deben permitir a los hijos forjar su propia identidad, dejando de ser sobreprotectores y dándoles un poco más de independencia. En la segunda etapa uno se focaliza en el mantenimiento del peso, restablecimiento sicológico y prevención de recaídas”, apunta.
Prevención
Los especialistas coinciden en que la mejor herencia que se puede dejar a los hijos es formalos con una personalidad fuerte que pueda defenderse ante los problemas que se les presenten en su vida y gozar de una autoestima alta, aceptándose tal y como es.
Los síntomas de la anorexia y bulimia
Anorexia
• Gran pérdida de peso.
• preocupación por la comida, la gordura y calorías.
• Pérdida del ciclo menstrual.
• Distorsión de la imagen de sí misma, se ven gordas aunque estén delgadas.
• Cambio de carácter.
• Irritabilidad y depresión.
• Baja autoestima.
• Falta de concentración.
• Presión arterial baja.
• Deshidratación.
• Aumento de la actividad física con el fin de perder calorías.
Bulimia
• Adicción compulsiva por la comida y tras ingerir grandes cantidades de alimento la persona se provoca vómitos o diarreas con el fin de evitar engordar.
• Obsesión y temor a la subida de peso.
• Ligero sobrepeso.
• Sentimiento de menosprecio y culpa.
• Baja autoestima.
• Depresión.
• Miedo a no controlar el proceso bulímico.
• Deterioro de la piel y el cabello por el desbalance de electrolitos, pérdida de vitaminas y otros nutrientes.
• Trastornos del sueño, ya sea insomnio o sueño interrumpido.
• Control excesivo del peso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario