En la vida diaria nuestros oídos están desprotegidos ante los ruidos altos, sin que nos percatemos de ello. El no hacer ruido excesivo ayuda a mejorar la salud auditiva.
La contaminación acústica es causada por el ruido generado por motores, herramientas, música y electrodomésticos y afecta a quienes realizan actividades industriales o frecuentan calles muy transitadas.
Pero también se presenta en lugares que en otros tiempos eran más silenciosos, como restaurantes, gimnasios, vehículos y hogares.
El uso excesivo de los audífonos origina una enfermedad denominada presbiacusia, la cual se caracteriza por la pérdida progresiva del oído debido al deterioro producido en el sistema auditivo.
Esta enfermedad normalmente se desarrolla con los años, pero el exceso de vibraciones sonoras también hace a las personas propensas a padecerla.
La contaminación acústica “está poniendo en mucho riesgo” a la población, porque altera la calibración natural del sistema auditivo.
RECOMENDACIONES
Según los especialistas, no es aconsejable escuchar más de una hora de música a través de audífonos.
Pero sobre todo, si se recurre a escuchar música a todas horas, el nivel de volumen no debe sobrepasar el 60 por ciento de la capacidad del aparato.
Como otra opción, los expertos recomiendan utilizar audífonos acolchados -los que cubren toda la oreja-, y no de pastilla, porque estos aumentan el nivel de ruido de seis a nueve decibeles.
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