miércoles, 20 de julio de 2011

Belleza invernal Cuidados de la piel

Vuidando la piel alternativas frente al frÍo

La piel es una especie de termostato que regula la temperatura corporal. Con el frío se activan los mecanismos de protección para impedir “la fuga” de calor, que implican el cierre de los poros, menor irrigación sanguínea y, por lo tanto, menos oxígeno y nutrientes.

El invierno viene con todos esos componentes que son inevitables y que muchas veces se pasan por alto en el cuidado de la piel de todo el cuerpo; y es que la gente tiene la creencia popular de que sólo se debe cuidar la piel en verano, pero también hay que preocuparse por él durante estos meses helados del año.

En este período la epidermis también se deteriora y hay que tener tanto o más esmero para protegerla. Sin embargo, cada piel es distinta y requiere cuidados específicos.

* Hidratación y modo de empleo:

hay que evitar la pérdida de agua

creando un barrera protectora que

impida que se pierdan las moléculas de líquido.

Elija cremas adaptadas con texturas ricas que nutran la piel.

Asimismo aplíquese mascarillas hidratantes, nutritivas, regenerantes, dos veces por semana.

Estos son activos que le ayudan a reparar la piel y a prepararla para afrontar las agresiones externas.

* Piel seca en general: al disminuir el agua y la secreción sebácea, la piel se marchita y agrieta; se recomienda usar un gel hidratante que penetre rápido. Sobre ésta aplicar emulsiones de textura untuosa para compensar la pérdida de agua y lípidos, sin dejar de colocar el protector solar.

Además es bueno usar aceites para la ducha, ya que lubrican y limpian al mismo tiempo.

La humectación debe ser permanente y abundante en todo el cuerpo; sin embargo, siempre hay que privilegiar la cara y las manos y en la noche utilizar mayor cantidad de crema.

Tampoco hay que darse duchas de más de 10 minutos y sobre los 32°C, porque disminuye los aceites naturales de la piel.

* Pieles grasas: en este caso es recomendable la aplicación de cremas hidratantes suaves y livianas que mantengan la hidratación, ya que son propensas al acné.

Lo ideal es limpiarla, tonificarla y luego hidratarla con productos específicos para piel grasa. Las cremas con té verde o aloe vera son muy beneficiosas para normalizarla ya que en muchas ocasiones es mixta.

* Pieles maduras: para este tipo de piel hay una amplia gama de productos cosméticos a disposición.

Las cremas con retinol, calcio, colágeno, ácido hialurónico y cremas antiedad son las indicadas en este caso en particular, ya que estos componentes no sólo la mantienen hidratada sino que también ayudan a regenerar los tejidos y a suavizar las arrugas.

En todos los casos una consulta a la cosmetóloga o dermatóloga ayuda a la evaluación de la piel para dar con los productos indicados y más aptos.

MÁS CUIDADOS

No olvide proteger la zona de los labios -una

zona muy frágil- con bálsamos o sticks reparadores. En caso de grietas, aplique una capa espesa, como una mascarilla, varias veces al día.

También proteja las manos puesto que con llevar guantes no es suficiente. Utilice una crema, un fluido o un bálsamo con el que pueda masajear bien desde las muñecas hasta las puntas de los dedos; a menudo éstas contienen vaselina, karité, aceites vegetales, silicona, aportan una película protectora. Si tiene las manos muy agrietadas aplique una capa espesa y deje actuar durante toda la noche.

También hay que estar atento al tipo de jabón que se usa, puesto que muchas personas usan jabones desodorantes o antibacteriales que en invierno contribuyen a la sequedad; es mejor usar limpiadores con pH balanceado neutro, para piel seca, o que contengan algún humectante o emoliente adentro.

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