Debido a las bajas temperaturas, la lluvia y hasta la nieve, las personas son más propensas a sufrir enfermedades respiratorias y aumentar de peso por la falta de ánimos para hacer deporte y porque cuando comen sólo piensan en meterse enseguida a la cama, en busca de un poco de calor.
Por eso, te proponemos algunos consejos que te permitirán sacarle ventaja a la temporada fría. El doctor Carlos Gómez, médico general, recomienda modificar un poco algunos hábitos y propone que reforcemos otros. No es difícil. Por ejemplo, evita los cambios bruscos de temperatura, vale decir que, si estás en casa muy calientito, no salgas de pronto al patio o a la calle sin abrigarte con una o dos prendas más. Eso evitará que el cuerpo sea susceptible a resfríos.
“Aumenta también la ingesta de vitamina C, que es uno de los nutrientes que precisa nuestro sistema de defensas para funcionar al 100 por ciento de sus posibilidades, para protegernos de cualquier afección”, comenta. Los cítricos frescos —naranja, mandarina, pomelo—, así como las fresas, el mango y el kiwi contienen esta vitamina que aumenta las calorías y mejora el rendimiento deportivo.
En cuanto al cuidado de la piel, el dermatólogo Johnny de la Riva
Salinas aconseja utilizar cremas hidratantes de acuerdo a las características de cada cutis, debido a que éste tiende a secarse y rajarse porque la radiación solar es más fuerte.
“No se debe olvidar aplicar al rostro y manos un protector solar con un factor que esté por encima de los 30 UV. Y en los lugares más fríos, como el altiplano, el factor debe llegar a los 50”, asegura el especialista.
Es importante tomar en cuenta que los niños menores de cinco años no deben usar bloqueadores porque su piel es más sensible a alergias. De la Riva señala que, para la limpieza diaria, de preferencia se deben usar jaboncillos neutros que no sean agresivos, al igual que los champús. De ti depende pasar un buen invierno.
Practica deporte
Realizar ejercicio físico ayudará a entrar en calor. Programa actividades físicas adecuadas para la época en espacios cubiertos, ventilados y una rutina de precalentamiento extensa. Puedes llegar al verano con un físico más tonificado.
Duchas de agua tibia
¿A quién no le gusta estar bajo una ducha de agua caliente en invierno? El problema es que esto sólo daña la piel y el cabello, haciendo que se resequen más. Así que ármate de valor y abre más el grifo para que el chorro salga tibio. Utiliza jaboncillo y champú neutros y suaves.
La temperatura ideal
Pasa tanto con el aire acondicionado como con la estufa: a veces uno no sabe cuál es la temperatura límite. Se recomienda mantener la temperatura de la casa a unos 22º C. Además, es muy importante que ventiles los ambientes para que no se acumulen los virus.
Cuida la alimentación
El cuerpo necesita más calorías para afrontar el frío, esto aumenta la probabilidad de subir de peso en la temporada. Para evitarlo, consume alimentos en horarios establecidos y no vayas a la cama inmediatamente.
Lávate las manos
Si estás agripado y tosiendo, tápate la boca con un pañuelo o el brazo. Si usas tus manos para cubrirte, debes lavarte inmediatamente para evitar contagiar a los demás. Los virus se propagan por la saliva o secreciones que expulsamos al hablar, estornudar o dar la mano.
Fuego
El invierno es la estación donde ocurren más accidentes en el hogar por el encendido de estufas o chimeneas. Extrema la atención sobre este aspecto y enseña a los chicos cómo actuar en caso de quemaduras.
La indumentaria
Viste en capas (técnica “cebolla”) para mantener el calor y la sequedad. Utiliza la creatividad y juega con colores, y texturas para un look original. Si el clima es muy frío, viste ropa térmica. Los bebés y los niños deben llevar una prenda más que la que un adulto usa en invierno.
Piel radiante
La piel lucha en esta época contra variables propias del frío. Ayúdala y encárgate de hidratarla, protegerla y nutrirla para evitar descamaciones, sequedad y grietas. Una buena crema además te asegura un agradable perfume.
Ropa abrigada
La mayoría de los niños tiene alergia a la lana, por eso debes ponerle una prenda de algodón sobre la piel y luego una de lana. No abuses demasiado con la ropa cerrada o ceñida porque impide la correcta transpiración.
Intoxicación
Si usas estufas y calefones, existe el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono y combustión en el interior del hogar. Se aconseja que un especialista revise las salidas al exterior de estos calentadores y garantizar la ventilación de ambientes.
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