Llámenme nostálgica, pero mi imagen de Kate Winslet es de hace ya más de una década. Es todavía esa chica pelirroja, entrada en kilitos y muy sexy que compartió travesía con DiCaprio en el mítico Titanic y a ritmo de Celine Dion... ¡Qué tiempos aquellos!
Pero, hoy nada queda de aquella belleza natural e inocente que a tantos nos enamoró. La actriz está casi irreconocible y buena muestra de ello es la portada del número de abril de la edición inglesa de Vogue.
¿La reconocerían a simple vista? ¡Yo no! Está muy delgada, quizás demasiado, y sus rasgos son mucho más rectos, fríos e inexpresivos que hace unos años.
Creo que Kate es de esas chicas que están más atractiva con ‘carnes� que en los ‘huesos�.
Realmente, y a pesar del cambio, está espectacular. Ese corte moderno a lo Roxette, el famoso ‘bob� que tanto se lleva y que hemos visto en otras celebrities como Vicky Beckham, Keira Knightley o Katie Holmes y el tono rubio platino le sientan a la perfección. Su piel sigue siendo pálida y se han pasado mucho con el photoshop a la hora de tratarle la textura epidérmica ¿se la ve brillante? ¡Parece untada en aceite de oliva! Pero, lo peor no es eso, lo peor son esas cejas negro carbón ¡Por Dios! ¿El estilista se cansó de trabajar o que? Parece Chari de GH12... Consejo primordial: Si te tiñes de platino, por caridad, tíñete también las cejas o por lo menos acláratelas unos tonitos...
Está claro que todos cambiamos con los años. Titanic se rodó en 1997 y estamos en 2011... Kate es una mujer totalmente nueva pero ¿Qué rostro de Kate escogería? ¿La pelirroja de curvas pronunciadas o la rubia platino esbelta y estilizada? ¡A mí me gustan ambas, pero creo que me quedo con la de 1997...
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