lunes, 7 de febrero de 2011

¡Adiós a los puntos negros!

Los comedones abiertos, más conocidos como puntos negros son en realidad poros obstruidos por la presencia de un exceso de grasa junto a otros elementos como células muertas o incluso restos de maquillaje. Esa grasa, al entrar en contacto con el aire y tras un periodo de oxidación, adquiere su característico color negro y se solidifica taponando totalmente el poro.

El resultado es el temido punto negro que se agarra a la piel de forma que resulta muy difícil de eliminar sobre todo si pretendemos hacerlo con nuestros propios dedos y sin una adecuada preparación.

Al hablar de puntos negros no se puede generalizar. Hay que tener en cuenta que aparecen principalmente en la llamada zona T (frente, nariz y barbilla), un área muy delicada del cutis en la que cualquier marca o cicatriz producida por una inadecuada extracción resultaría muy perjudicial.

En los casos más extremos (presencia excesiva de puntos o constante reaparición) puede ser necesaria la visita al dermatólogo o recurrir a algún tratamiento especializado realizado en un centro profesional de estética.

Máxima higiene

Mantener una higiene óptima del rostro es el mejor remedio preventivo para evitar la aparición de comedones.

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