Comer es fundamental para llevar una vida activa y saludable mis queridas lectoras, pero hacerlo en exceso no es sinónimo de bienestar; por el contrario, esta situación puede ser indicador de un desorden alimenticio que identifica a la persona como un comedor compulsivo. Para los psicoanalistas, comer compulsivamente es una adicción.
Así como existen personas adictas a las drogas, al alcohol y al cigarrillo, también las hay a las comidas y eso es malo para la salud y para su cuerpo, dado que acostumbran a comer a toda hora y en exceso.
Lo peor de todo, argumentan los especialistas, es que las personas que comen compulsivamente tienden a separarse de sus amigos, de sus seres queridos y hasta de su pareja y lamentablemente no le dan la importancia que merece al problema, hasta que los excesos desencadenan en enfermedades crónicas y degenerativas como la diabetes, problemas arteriales o la hipertensión, entre otras.
Afortunadamente existe solución para este problema y el apoyo de la familia es fundamental.
Si están pasando por alguna situación de este tipo es indispensable, mis apreciadas amigas, que busquen la orientación médica y psicológica... Y no se desanimen, que este desorden alimenticio tiene solución. ¡Hasta el próximo miércoles, con la bendición de Dios!
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