lunes, 31 de octubre de 2011

‘El microtrasplante capilar no sólo es un asunto estético’

Es creador del microtrasplante capilar pelo por pelo con cadena de frío y fundador de Hair Recovery, uno de los centros de referencia científica en esta especialidad, que ahora también funciona en el país. Investigaron el mercado capilar boliviano y hallaron que hay un potencial muy importante para avanzar en medicina capilar. Su centro trasplantó exitosamente más de 40 mil pacientes. El centro médico en Argentina tiene más de 50 millones de cabellos trasplantados con éxito.

— ¿Cómo se interesó usted en el tema capilar?
— El tema capilar, como área de desempeño médico (para un cirujano), estaba mal visto. Era considerado un campo menor. A mí, en cambio, me parecía fascinante. Todo estaba por hacerse. Fue así que junto a la doctora Alejandra Susacasa decidimos dejar la cirugía estética y dedicarnos seriamente a estudiar y trabajar los problemas capilares. Además el microtrasplante capilar no sólo es un asunto estético, es hoy una solución reconstructiva muy importante para pacientes que han sufrido accidentes o quemaduras, que antes no tenían ninguna solución y ahora tienen una concreta alternativa de recuperación.
— Usted fue un pionero en el trasplante capilar, hace 15 años, cuando los calvos no tenían demasiadas esperanzas. ¿Qué se hacía entonces?
— Por esos años había muy pocas cirugías capilares, las técnicas eran bastante invasivas, cruentas, con anestesia general, con vendajes y con alguna posibilidad concreta de fracaso y de que el procedimiento no funcionase. Eran cirugías, fundamentalmente para hombres, cuyo objetivo era tomar cabello de la región posterior o lateral y ponerlo en la región superior. Sacaban una tira de piel con pelos y, si el hombre era totalmente calvo, se la cosían en la región frontal superior. El cabello trasplantado debía dejarse crecer largo y luego era peinado hacia atrás. El resultado tenía muchos defectos estéticos, pues no podía proporcionarse la forma original del cabello, por ejemplo las entradas. La inclinación del pelo quedaba estrictamente para atrás, se perdía el movimiento y la naturalidad. Este procedimiento aportaba algún grado de solución para personas desesperadas por grados extremos de calvicie, pero yo entendía que era una solución insuficiente, porque además el paciente quedaba impedido de piscina, deportes, viento, todo. Debía estar peinado todo el tiempo.
— ¿Cómo se hace ahora?
— No es un procedimiento invasivo, es ambulatorio, dura cuatro horas, el paciente está en un sillón de tipo odontológico, no hay vendajes a la salida, la anestesia es local, la reinserción laboral inmediata y los resultados estéticos muy buenos. El microtrasplante capilar parte del mismo principio. Se saca de la parte posterior una superficie de cabello muy finita. A esta superficie que hemos retirado de la parte de atrás le cortamos el pelo al ras, y con lentes de aumento vamos fragmentando pelito por pelito. Una vez fragmentado, se clasifican en pelitos de 1, 2, 3 ó cuatro raíces. Los fragmentos que tengan un pelito o dos, son los que colocamos en la parte de adelante para lograr máxima naturalidad, en la medida en que vamos hacia atrás vamos colocando trasplantes de tres y cuatro pelitos. De esta manera la persona adquiere un cabello lo más parecido al que tenía originalmente.
— Usted fue el creador del microtrasplante pelo por pelo en cadena de frío, un aporte médico asimilado a nivel internacional. ¿Puede explicarlo?
— El microtrasplante se origina en Estados Unidos. Nosotros tomamos esta técnica pero veíamos que pasábamos muchas horas en quirófano, sembrábamos miles de cabellos, pero esa cantidad no se cosechaba. Es decir, se morían por deshidratación y calor. Entonces dijimos por qué no sacamos el cabello y mientras lo fragmentamos y lo implantamos, lo mantenemos en frío, entre dos y tres grados. Los resultados fueron fenomenales. Iniciamos esta técnica en 1997 y la presentamos en el 99 en Estados Unidos y en Europa, fue publicada en revistas científicas como avance y ganamos un premio internacional.
— ¿Es un procedimiento costoso?
— La gente cree que el microtrasplante es para un segmento alto o para la gente que trabaja con su imagen y nada más lejano de la realidad. Porque hay calvicie en todos los segmentos sociales, pero además el hombre que pierde el pelo, en líneas generales, lo lleva muy mal, con efectos reales en su autoestima. Si tiene 17 años, si tiene 30 o si tiene 45 ó 50, en cualquier momento se vive como una pérdida. En Bolivia el costo en nuestro centro está alrededor de los $us 2.500. Este mismo procedimiento en Estados Unidos puede costar unos $us 10 mil.
— ¿Y las mujeres?
— La pérdida del pelo en ellas es algo que no se asume fácilmente, pues no es un problema tan común como en los hombres, entonces los efectos sociales son muy sentidos. Digamos que la proporción es: 70% de los hombres la padece, en tanto que 40% de mujeres la presenta. Sin embargo, en ellas las causas, las medicaciones y los procedimientos pueden ser diferentes.
— ¿Qué produce la calvicie?
— En el 95% de los hombres que pierden el pelo, la herencia es el factor más importante. En cambio, en las mujeres, los disturbios hormonales son la causa número uno, aunque también las dietas muy restrictivas son responsables en un porcentaje grande.
— Usted también es el creador del Test de ADN…
— Hemos desarrollado un laboratorio, que en unos meses queremos implementar en Bolivia también, de biología molecular en donde creamos un test de ADN, que nos permite detectar la predisposición genética de la persona a la calvicie. ¿Cómo es el examen? Muy sencillo, tomamos muestras de la saliva con un hisopo y ese material genérico es analizado con lo que pueden pasar que el paciente no haya heredado el gen; o que sí lo haya heredado y existe más del 70% de probabilidades de que desarrolle calvicie en algún momento de su vida. Se le puede hacer prevención temprana.
— ¿Hay esperanza?
— Absolutamente. Nuestra idea es desmitificar esos mitos que existen acerca de la calvicie como el que lavarse el pelo acelera la caída. Nada más falso. La fábrica del cabello ni se entera si los lavas o no. El problema está abajo, en las raíces. Lo que tiene que ver con la cantidad y calidad del cabello ocurre adentro del organismo y es allí donde trabajamos. Y esto puede ser en el cuero cabelludo, por un tema hormonal, genético, de tiroides, de dietas, de estrés. Atacamos las causas médicas que originan el problema.

Premiados por la innovación a la técnica

Los doctores Nicolás Lusicic y Alejandra Susacasa recibieron en 1999 el premio mundial por innovación a la técnica “Cadena de Frío”, misma que permite conservar por más tiempo el cabello que será utilizado en el microtrasplante. Este premio fue otorgado durante el VII Congreso Anual de la International Society of Hair Restoration Surgery, San Francisco, Estados Unidos. Ambos cirujanos obtuvieron también dos importantes premios por las innovaciones realizadas al método, es decir, a la reducción sustancial del tiempo de reinserción social y laboral, gracias al desarrollo de un producto que acelera la desaparición que cualquier muestra de realizado el trasplante de pelo.
Su compañía, Hair Recovery, nace en el año 1996 con el fin de poder tratar un problema que estaba a la vista de todos, pero donde en aquel momento, no era muy frecuente tratarlo (en términos científicos). Hoy tienen oficinas en Santa Cruz.

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