D ejá de comerte las uñas" o "dejá de morderte esas uñas", son las frases que seguramente centenares de veces ha escuchado decir de sus padres o de su pareja. Este problema, aparte de ser antiestético, puede arrastrar problemas graves en las uñas, que es causado por la ansiedad. Especialistas explican las razones y aconsejan dar solución a esta mala costumbre denominada onicofagia.
El inicio del mal hábito. El psicólogo Óscar Urzagasti señaló que las personas no se comen las uñas porque sean deliciosas o sabrosas, sino que el causante de la onicofagia es un problema de ansiedad y para darle una solución hay que ir a la raíz del mismo. En algunas personas este problema es tan fuerte que se dejan hasta heridas que no pueden evitarlo.
Razones para morderse las uñas. Tatiana Rivero, especialista en Podología, explicó que tener onicofagia es darle espacio a que entren las bacterias o como que "dejemos las puertas abiertas para que los ladrones entren a nuestras casas", ejemplificó Rivero, ya que al morder las uñas y comer las cutículas, se deja el ingreso libre a bacterias y por ende que entren hongos; estos llegan a afectarla (uña) "como a quebrantarlas, ablandarlas, deformarlas, etc". Lo bueno de esto es que la afección puede ser curada a tiempo con tratamiento. Lo malo es que también puede darle una anoniquia (ausencia de una parte o totalidad de una o varias uñas), explicó la podóloga.
¿Qué hacer?. Por su parte, Urzagasti, quien recomienda llegar a la raíz del problema, dice que hay que identificar a qué tienen ansiedad ya que se puede tener "ansiedad a mil cosas y los padres no se dan cuenta. Lo que sucede es que esa persona no está pudiendo adaptarse a algún cambio".
Lo que debe hacer es ir al psicólogo para que le hagan una terapia conductual. Esto podría solucionarse en uno o dos meses aproximadamente.
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