Si cada vez que tienes que salir maquillada, bregas y demoras mucho buscando cuál es el maquillaje adecuado para tus ojos en caso que sean pequeños, saltones, hundidos, caídos, separados o muy juntos, aquí te damos consejos que te facilitarán parte de tu vida porque conocer la forma de tus ojos es muy importante. En primer lugar, está demostrado que los ojos son los elementos que más llaman la atención de la cara. Por lo tanto te daremos los pasos a seguir para maquillarlos y para las características de las variedades de ojos ver los cuadros a mano derecha.
Ojos pequeños. La mejor forma para poder apreciar bien el tamaño de nuestros ojos es sin maquillaje Por lo general, el tamaño es algo que tiende a apreciarse a simple vista. Por lo tanto, para maquillarlos, los trucos principales para ampliar la mirada consisten en apostar por unas sombras de ojos claras, alargar las pestañas y no abusar del Eyeliner puesto que al incidir sobre el contorno lo que hace es cerrar la mirada.
Ojos grandes y prominentes. Estos ojos, al igual que los pequeños, son fácilmente identificables por su tamaño y porque, cuando te miras al espejo o te miran los demás, es lo que más llama la atención. Por lo tanto, existen una serie de trucos de maquillaje que ayudan a lograr que los ojos no destaquen en exceso. Descartar las sombras claras y apostar por las más oscuras es la opción más recomendada para conseguirlo.
Ojos hundidos. Otro sistema para clasificar nuestra mirada consiste en prestar atención al pliegue de los ojos, esa zona que se encuentra bajo el hueso sobre el que están las cejas. Con los ojos abiertos, comprueba cómo se ven tus párpados. Si únicamente los párpados se aprecian en los extremos exteriores pero esta zona se estrecha de manera muy definida conforme avanza hacia el extremo interno, la forma de tus ojos es hundida. El maquillaje para ojos hundidos debe aportar brillo y destacar los ojos hacia el exterior. Si para los ojos grandes había que evitar las sombras claras y apostar por los tonos oscuros, en esta ocasión es exactamente lo contrario.
Ojos caídos. Pon atención a si tus párpados se perciben de manera destacable a lo largo de tus ojos ya que es cuando los párpados ejercen peso sobre los ojos aunque estén abiertos cuando la mirada parece algo caída. Para el maquillaje: el objetivo es levantar la mirada. Para ello, la mejor apuesta es combinar las sombras de distintas tonalidades (más o menos intensas) para crear un efecto de claroscuro. Aplicando las sombras más oscuras en los extremos ayudará a conseguir este efecto.
Ojos separados. Para conocer si tenemos los ojos separados o juntos, la forma más recurrida es la siguiente: cuando estés frente al espejo, observa bien los espacios internos de las esquinas de cada ojo con respecto al tabique nasal y más concretamente, la distancia que existe al respecto. Si esta distancia con respecto al ancho de tu ojo es mayor, tienes los ojos separados.
El truco de maquillaje para estos ojos debe enfocarse en crear un efecto que los una, lo que se consigue aplicando el delineador con un énfasis mayor en la parte interior o cercana al lacrimal que en los extremos. Con esta misma idea, la máscara de pestañas debe de aplicarse en mayor cantidad en la parte inicial.
Ojos pequeños.
son aquellos que en proporción con el resto de la cara (cejas, nariz, labios) tienen un tamaño reducido.
Ojos hundidos.
En ellos se percibe una especie de "hueco" debajo del hueso de las cejas.
Ojos apartados.
Son aquellos que se colocan más alejados de la nariz.
Ojos saltones.
Por su tamaño tienden a destacar aunque no estén maquillados.
Ojos caídos.
Los extremos de los ojos presentan una forma en caída hacia abajo.
Ojos juntos.
Los lagrimales tienden a estar muy próximos a la nariz.
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