domingo, 24 de marzo de 2013

Mujer y el ejercicio a los 50

LLEGAR A LA EDAD ADULTA EN BUEN ESTADO FÍSICO, MENTAL Y EMOCIONAL ES UN SUEÑO ANHELADO POR TODA MUJER | REALIZAR ALGÚN TIPO DE ACTIVIDAD FÍSICA DE FORMA REGULAR, AYUDA EN EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO.

Es un hecho que la mayoría de las personas se beneficia al realizar alguna actividad física de forma regular, pero en muchos casos se encuentran obstáculos o “disculpas” para no realizarlas. Sin embargo, es un tema que amerita importancia, ya que más allá de que ayude a una buena apariencia física, tiene grandes beneficios sobre el cuerpo, sobre todo cuando pasan los años y comienza el proceso de envejecimiento.

Nunca se debe pensar que es demasiado tarde para empezar o que la forma física ya es mala para intentar recuperarla. Inclusive quienes padecen alguna enfermedad, con la autorización de su médico, puede animarse a comenzar a realizar algún ejercicio.
Hacer deporte, independientemente de la edad, está directamente relacionado con la buena salud, la buena postura corporal y además ayuda a mantener la agilidad, fuerza, flexibilidad y energía. Por ello, sin importar la edad es ideal tener o comenzar a hacer ejercicio y se puede elegir desde un deporte hasta una práctica para mimarte como el yoga.

DESDE LOS 50

A partir de los 50 años es cuando se observa un mayor nivel de sedentarismo y donde gran parte de la reducción de la capacidad funcional asociada al envejecimiento alcanza su valor más elevado. Sin embargo, realizar regular y sistemáticamente una actividad física ha demostrado ser sumamente beneficioso en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud, así como un medio para forjar el carácter y la disciplina. Se debe tomar en cuenta que no todas las personas sufren el mismo proceso de envejecimiento sobre la fuerza y masa muscular de la misma forma.

“La disminución de la condición física con el envejecimiento se puede evitar en parte, y los cambios asociados a los pasos de los años en la fuerza y masa muscular están relacionados con la disminución de la cantidad e intensidad de la actividad física que se produce con el envejecimiento”, dice Luis Canedo médico traumatólogo.

En personas mayores de 50 disminuye el número y grosor de las fibras musculares y aumento de la grasa intramuscular. A los 80 años una persona sedentaria pierde del 30 al 40 de la masa muscular que tenia a los 30 años.Por esta razón disminuye la fuerza muscular y la resistencia condicionando a caídas por ende fracturas y pérdida del equilibrio.

“Lamentablemente aquellas mujeres que no tienen actividad física son más propensas a padecer osteoporosis, y otras enfermedades como hipertensión arterial, arteriosclerosis, etc.”, asegura el especialista.

Pero más allá del favor que se le hace a los músculos y huesos del cuerpo, el ser activa físicamente y no llevar una vida sedentaria, también tiene efectos positivos sobre el cerebro.

“El ejercicio estimula el cerebro (encéfalo y mesencéfalo) liberando endorfinas que actúan bloqueando el dolor pueden producir el mismo efecto que las drogas opiáceas como morfina, heroína y codeína pero sin sus efectos secundarios. Las endorfinas producen sensación de euforia y sensación de bienestar”, dice Canedo.

GRANDES BENEFICIOS

Los principales beneficios evidenciados científicamente son:

• Disminución de la grasa corporal
• Aumento de la masa muscular
• Fortalecimiento de los músculos de las piernas y columna
• Mejora reflejos y la velocidad al andar
• Incrementa la flexibilidad
• Mejora la densidad ósea (calidad de hueso)
• Previene la osteoporosis (favorece la absorción de calcio por el organismo)
• Ventilación pulmonar (mejora la respiración))
• Previene y /o retrasa el desarrollo de hipertensión arterial y disminuye los valores de tensión arterial en hipertensos.
• Disminuye los niveles de triglicéridos (menor retención de grasa corporal)
• Mejora la regulación de glicemia
• Mejora la digestión y la regularidad del ritmo intestinal
• Reduce los síntomas de la artritis
• Reduce el estrés, la ansiedad y depresión (muy frecuente en esta etapa)
• Combate el insomnio
• Eleva el bienestar psicológico (aumenta el autoestima e imagen corporal)

En fin son muchos los beneficios que se obtienen cuando se realiza una actividad física moderada pero de forma constante. Una hora, tres veces a la semana, es suficiente. ¿Quién no tiene ese tiempo?, posiblemente todos y más si se sabe que va en pro de la salud y bienestar.

EJERCICIOS EN EDAD ADULTA

La motivación es el factor más importante en el éxito de un programa, es aconsejable seleccionar actividades que sean divertidas, agradables y que realmente podamos realizarlas. Sin embargo, en la edad adulta están indicadas de preferencia las actividades aeróbicas de bajo impacto como caminar, nadar, bailar, la hidrogimnasia, bicicleta, yoga, etc.

El entrenamiento de fuerza es fundamental, este tipo de entrenamiento contribuye a un aumento significativo del grosor del músculo, pero debe ser practicado con ciertos cuidados, sobre todo en mujeres hipertensas o con problemas cardiovasculares.

Existen cada vez más estudios científicos sobre el entrenamiento de fuerza muscular asociándolo positivamente con una alta densidad mineral ósea siendo que el efecto es localizado y especifico a los músculos que están siendo estimulados.

“Las mujeres en edad post menopáusica son el grupo que más se beneficia con la realización del ejercicio aeróbico regular pues el ejercicio físico disminuye en un 25 o 30 por ciento cualquier complicación cardiovascular si se lo hace metódica y regularmente, 30 a 40 minutos, cuatro a cinco veces por semana”, dice Luis Mercado, médico cardiólogo.

El ejercicio aeróbico en general tiene beneficio tanto en prevención primaria como en prevención secundaria para las mujeres mayores de 50 años. A esta edad las mujeres están entrando en la post menopausia, por lo general y ya han perdido las menstruaciones pero tienen como manifestación todavía trastornos vasomotores, alteraciones de la personalidad y algún trastorno de neurosis de ansiedad.

“Las hormonas femeninas tienen un cierto grado de protección contra la enfermedad arteriosclerótica hasta los 45 años una vez que empiezan a declinar los estrógenos hacia los 50 o 55 años el efecto protector de los estrógenos desaparece y entonces aumenta la incidencia de la patología cardiovascular en la mujer”, asegura Mercado.

El ejercicio permite que la disminución de estrógenos tenga menor repercusión funcional sobre el riesgo de infarto sobre el desarrollo de artrosis y osteoporosis, sobre el desarrollo emocional, el estado de tendencia depresiva que tienen muchas mujeres en esta etapa y por supuesto va a significar un aumento de su autoestima.

“Antes de realizar cualquier ejercicio, todo paciente, más aún si tiene antecedentes de alguna enfermedad cardiaca o presencia de factores de riesgo para arterioesclerosis (Hipertensión arterial, hábito tabáquico, diabetes, sobre peso, sedentarismo) debe pasar por un chequeo cardiovascular para que el médico pueda evaluar si no tiene riesgos al efectuar ejercicio físico, y al mismo tiempo determinar su capacidad funcional para indicar el nivel y la intensidad de ejercicio que puede realizar”, dice Mercado.

BENEFICIOS PSICOLÓGICOS

La práctica de alguna actividad deportiva, según la psicóloga Sijam Ismael, trae grandes beneficios psicológicos.
“A través del deporte aprendemos a conocer y comunicarnos con nuestro cuerpo y a escuchar los mensajes que éste nos envía. Además se puede disfrutar de las capacidades del cuerpo, lo que te hará sentirte más viva, ágil, flexible, joven y segura de ti misma”, dice.

Si no tienes el habito de hacer deporte, comenzar te puede costar mucho, pero como todo en la vida, lo importante hacerlo y mantenerse con una rutina por propia voluntad, disfrutándola y no como una actividad impuesta por el médico, más como una decisión tuya para mejorar tu calidad de vida.

“El paso de los años no debe apagar el sentirse bien, activa, bella saludable y productiva, pues cuentas con la experiencia y conocimiento de la vida. Está en nuestras manos sentirnos bien y mejorar la calidad de vida y para ello, nada mejor que la práctica del ejercicio físico, acompañado de una dieta sana y equilibrada. Elige una actividad deportiva que no sea un sacrificio y más bien disfrutarla”, concluye Ismael.

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