sábado, 8 de septiembre de 2012
Potomanía, la obsesión por tomar agua
Es ya una imagen común en las ciudades: una mujer pegada a una botella de agua. Donde ella va, va también su botella. Parece un signo de salud, de modernidad, hasta de elegancia. Pero beber agua, por muy necesaria que sea para el organismo, tiene un límite, como todo. Se sigue un patrón bien parecido al que se obsesiona por el deporte o las dietas. De lo contrario estamos ante la potomanía o polidipsia psicodélica –del griego potos (bebida, agua potable) y mania (manía), es decir, la manía por beber agua– Se trata de un síndrome caracterizado por el deseo compulsivo de beber gran cantidad de agua, sin sentir sed y con una sensación placentera, como resultado de una enfermedad mental. "Estos pacientes se pueden llegar a beber entre 8-10 y hasta 15 litros de agua diarios, dependiendo de la gravedad del caso", explica Enriqueta Ochoa, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, quien advierte de que, cuando el organismo no resiste más, los afectados entran en coma y fallecen. Según la psicóloga Paloma Carrasco, se sigue un patrón bien parecido al que se obsesiona por el deporte o las dietas: "Al beber agua compruebo cómo mejoro y me alivio, pero a la vez, refuerzo el pensamiento de que el agua es necesaria para estar sano y/o adelgazar, y la obsesión sigue creciendo; sin darme cuenta, estaré esclavizado por una botella de agua", dice.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario