El frío propicia a quedarse en cama más tiempo los fines de semana, dejar de lado el deporte los días hábiles y preferir el consumo de hidratos de carbono ante las frutas y verduras, incidiendo en el aumento de peso casi involuntario; sin embargo mantenerse activo en esta época del año es fundamental no solo para evitar los kilos demás, sino para fortalecer el organismo evitando las gripes y resfriados.
Según investigaciones recientes, la actividad física aumenta la producción de endorfinas en el cuerpo, tendiendo a crear mayores defensas en el organismo. En un estudio publicado en la revista" British Journal of Sports Medicine", se encontró que la incidencia de resfríos, gripes y otras enfermedades virales incluidas las anginas, hallan mayor resistencia en quienes realizan ejercicio constantemente, a un grupo de “ciudadanos comunes” que practican rutinas eventuales.
Las razones, según exponen los expertos, son que los deportistas llevan una mejor calidad de vida, se alimentan adecuadamente, no exponen su cuerpo a hábitos dañinos, respetan el descanso, controlan mejor el estrés, poseen mayor autoestima, se declaran felices, y escuchan a tiempo las alertas que su cuerpo emite.
Este hallazgo se convierte en el pretexto ideal para que el invierno se convierta en el incentivo perfecto para cultivar buenas prácticas alimenticias y rutinas de ejercicio que nos mantengan saludables.
El deportista y entrenador físico, Paul Zamorano, aconseja que las rutinas de ejercicios deben estar acompañadas por una dieta equilibrada. “Se debe comer de todo un poco; controlando las cantidades y respetando los horarios de ingesta de alimentos”, dice.
RUTINA. Cualquier actividad física que mantenga en movimiento el cuerpo durante 45 minutos diarios es ideal para el cuerpo; sin embargo, una intensidad de tres a cinco veces por semana, durante algo más de una hora es también aconsejable.
En invierno debieran llenarse los gimnasios, ya que practicar bajo techo en esta época del año resulta más cómodo, al margen de contar con la ayuda de especialistas que orienten en una rutina conveniente para cada persona, acorde a su peso, salud, edad y condición física.
Sin embargo no es imperante inscribirse a una entidad. Cualquier disciplina deportiva como manejar bicicleta, el trote, o la caminata rápida también se convierten en excelentes alternativas, cuando se practican con constancia.
BAJO TECHO
Esta época del año hay 3 razones para ejercitarse bajo techo: la intensidad de los rayos del sol, las bajas temperaturas, y la contaminación del aire condensado a bajas temperaturas, que contiene mayores niveles de dióxido de carbono sobre todo en la mañana y noche.
ABRIGO
Al ejercitarnos tendemos a desabrigarnos. Es fundamental no exponer el cuerpo a cambios bruscos de temperatura; al salir del gym sin abrigo luego de una sesión de ejercicios en los que se suda nos exponemos a: lesiones, dolores musculares, resfrío, e incluso embolias.
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