El estiramiento de los músculos previos a una competencia es de vital importancia.
La mujer cuida un aspecto que considera fundamental en su vida social y profesional, el aspecto físico, por este motivo realiza sesiones maratónicas en el gimnasio y ejercicios en campo abierto que le permiten conservar su estética figura. A diferencia de aquellas que practican el deporte de forma competitiva, en ambas circunstancias es importante considerar los exámenes médicos para la práctica de una actividad física o de una disciplina deportiva.
Al respecto Femenina (F) se contactó con el especialista en Medicina Deportiva el traumatólogo Luis Alberto Morales (AM), quien explicó la importancia de los exámenes médicos en el ejercicio de cualquier deporte y algunos consejos prácticos para evitar lesiones posteriores.
F.- ¿En qué consiste el examen médico deportivo?
AM.- Ante todo evento deportivo siempre se debería practicar un examen médico previo a la competencia en el cual se determine si existe algún problema de desviación en la columna, si las rodillas están juntas o hacia afuera, si los pies son normales o cavos, si existe un desnivel en la cadera o cintura. El examen médico deportivo es mucho más meticuloso consiste en un análisis de sangre, glicemia y glucosa, examen dental, cardiovascular a nivel cardiorespiratorio con un examen de gabinete que se remite a bicicletas estacionarias, trotadoras especiales, pruebas ergonométricas que controlan la saturación de oxígeno, luego de los cuales otorgan al atleta un certificado que le permite participar en cualquier competencia. Se aconseja realizar este control entre 3 a 6 meses previos al evento para solucionar algunos problemas que eventualmente se presenten.
F.- ¿Cuál es la diferencia entre realizar una prueba deportiva en una pista o en campo abierto?
AM.- Las pruebas de resistencia en una pista sintética es diferente a la de campo travieso; en la primera, el entrenamiento se basa en la pista donde se va realizar la prueba; en la segunda, el atleta se enfrenta a un terreno irregular con subidas y bajadas, esto varía en su forma de preparación, incluso la indumentaria deportiva que utiliza y los calzados deportivos adecuados para cada terreno en particular. En el caso de la ropa debe ser liviana y las zapatillas tener unas taloneras que permitan descargar el impacto de las superficies, en el caso de la pista es más suave y en el cemento más duro.
F.- ¿Cuál es la importancia de la prevención?
AM.- En la medicina deportiva existe la prevención; el médico deportólogo que tiene a su cargo varios atletas debe tener la capacidad de detectar los posibles riesgos que significa la práctica del deporte en las distintas edades, la superficie donde trabaja el deportistas, el tipo de entrenamiento acorde a cada edad y sugerir las dietas adecuadas para los deportistas que practican resistencia, velocidad y musculatura, aquello que les favorece para una recuperación rápida entre competencias. El especialista necesita conocer qué debe consumir el atleta para poder rendir en la competencia, recuperarse del esfuerzo físico que significa la pérdida de electrolitos a través de la sudoración y calor del medio ambiente, la deshidratación que pueda tener y la cantidad de líquido que necesita para rehidratarse y qué hidratos de carbono brindan con mayor rapidez energía al organismo. Se recomienda consumir cinco comidas diarias y bastante líquido antes, durante y después de la competencia. Nunca se debe competir en ayunas.
Además de tener los conocimientos básicos de las lesiones por fatiga, esfuerzo, estrés, desgarro y contractura muscular e inflamación de las articulaciones a través del impacto.
F.- ¿Por qué se recomienda calentar antes de un evento deportivo?
AM.- El calentamiento es muy importante pero, previo a éste, se recomienda realizar la elongación o estiramiento de los músculos largos de 10 a 15 minutos. El calentamiento consiste en preparar las articulaciones, músculos y la parte cardiiorespiratoria del atleta para que pueda someterse a una prueba deportiva sin mayor dificultad, caso contrario el atleta se “ahoga” en el primer esfuerzo que haga y durante la competencia no se podrá recuperar con facilidad y estará más propenso a sufrir calambres, fatiga muscular y cardiorespiratoria. Lo ideal es realizar un trote ligero por unos 4 a 5 minutos previa la competencia.
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