viernes, 16 de marzo de 2012

Masajes que alivian el calvario de sus huesos

La artritis es una enfermedad debilitante que afecta las articulaciones en el cuerpo, esta que es muy común entre los adultos se asocia con síntomas como dolor persistente e inflamación incesante, sin embargo, es posible obtener algún alivio a través de masajes de cuerpo.

Para la maestra de Reiki y masaje terapéutico del centro Amaya, Patricia Daza, la artritis es muy frecuente en personas que son demasiado rígidas consigo mismas, o con su entorno y su vida diaria, además que tienden a no pedir ayuda. Sin embargo, la terapeuta recalca que no se debe limitar a trabajar únicamente el cuerpo, "Hay que ayudar al paciente a restaurar todo su cuerpo, el nivel emocional, mental, psíquico y espiritual", aclara.

Beneficios. En cuanto a los beneficios, según explica Daza, "los masajes para personas de la tercera edad van dirigidos a los tejidos blandos mejorando así la circulación sanguínea, para mejorar los movimientos y calmar el dolor". En otras palabras un buen masaje en los abuelos les otorga una mejor calidad de vida, les ayuda a mantener la salud, activar la movilidad del cuerpo y las articulaciones recuperando funciones físicas. Asimismo, alivia la ansiedad y la depresión.

Los más adecuados. A la hora de aplicar los masajes para la atritis en la vejez se utilizan las mismas técnicas básicas del masaje terapéutico, "pero realizando sesiones suaves y un poco más cortas, con movimientos relajantes y confortables que alivian la tensión muscular. También se complementa con estiramientos suaves de las articulaciones, hombros, piernas y pies favoreciendo la movilidad y flexibilidad", sostiene la maestra.

Con mucho cuidado. Daza también explica que los masajes pueden aplicarse en general por todo el cuerpo, como a cualquier persona, "Dependiendo de las necesidades individuales del paciente, trabajamos más en las zonas afectadas", añade al momento de aclarar que estos no se pueden realizar cuando hay fractura o cuando el paciente ha tenido formación de coágulos, mientras que en inflamación aguda se debe trabajar con mucho cuidado y de forma zonificada y específica. "Si el dolor es intenso, o la inflamación es severa no es posible realizar la manipulación corporal".

El proceso de alivio. Según la explicación, el masaje respeta un orden básico que es la dirección centrípeta de la circulación sanguínea (dirección del movimiento del cuerpo), es decir; "Iniciamos en las extremidades acercándonos poco a poco al tórax. Existen movimientos de amasamiento, de estimulación y relajación, de activación dérmica, y de vaciado de toxinas. Los mismos movimientos se aplican por zonas afectadas", agrega Daza.

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