sábado, 3 de marzo de 2012

La talla, ¿realmente importa?

“La estética en el arte y en la moda es fluctuante. Ha habido periodos de estilización y otros de formas más plenas. Ya ocurría con las pinturas rupestres; hubo épocas de máxima esbeltez y otras mucho más realistas. Hay pinturas, como las del flamenco Rubens, donde la gordura es aparente. En siglos anteriores, se pintaban cuerpos enjutos. El XX ha sido el de la delgadez, pero todavía no sabemos si el XXI lo será”, explica Anna Miquel, profesora en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona.

Todo cuerpo es diferente, desde esbeltas y corpulentas a altas y bajas, curvas y planas… Todas las mujeres no tenemos la misma constitución. La pregunta es, cuándo estamos más saludables, ¿estando delgadas o con unos kilitos de más? Descubre la verdad detrás de la delgadez.

Una tendencia nueva: ¿kilitos de más?

Cada vez hay más campañas que muestran a mujeres de talla grande, desde el programa televisivo de Tyra Banks America´s Next Top Model a las modelos reales (y con el cuerpo promedio) que aparecen en la campaña de Dove. La pregunta es, ¿es saludable tener un par de kilos de más?

De hecho, un creciente número de médicos y activistas empezaron a argumentar que el estilo de vida y la genética determinan la salud de una mujer, no el número que marca la balanza, pues estar saludable no se reduce a la talla del vestido. Esta es una buena noticia para muchas mujeres que tienen unos kilitos de más y que se sienten saludables y felices en su propio cuerpo.

Sin embargo, para otros expertos, vincular kilos de más y salud es un acto irresponsable. /



¿Qué es el Índice de Masa Corporal (IMC)?

Este parámetro establece una relación entre peso y talla. Si es demasiado bajo, hay desnutrición. Una mujer de mediana edad debe tener entre 25 y 30 por ciento. El índice de grasa (IMG) tiene en cuenta la relación entre la grasa y la masa libre de grasa (músculos y huesos). Las mujeres con un IMG muy bajo suelen tener más dificultades para quedarse embarazadas.



A favor de los kilitos de más

Para la modelo Crystal Renn ganar unos kilos se sintió maravilloso luego de pasar años luchando para conservar su delgada y mínima figura de 43 kilos; vivía de vegetales y soda dietética y era infeliz. Hoy pesa 77 kilos, y de acuerdo al índice de masa corporal (IMC), tiene sobrepeso, pero luce divina, es feliz y sigue siendo protagonista sobre la pasarela y trabajos editoriales.

Los médicos usan el IMC para medir si un paciente está en su peso saludable. Sin embargo, nuevas investigaciones demuestran lo contrario. De acuerdo a Paul Campos, autor de The Obesity Myth: Why America’s Obsession with Weight Is Hazardous to Your Health, “la correlación entre el peso y la salud es exagerada”, y de acuerdo a un estudio, las personas con un ligero sobrepeso tienen menor incidencia de sufrir cáncer de pulmón, bronquitis crónica, anemia y osteoporosis.

Así que esto confirma que un poco de grasita está bien, ¿no es cierto? De acuerdo a Konstantinos Manolopoulos, un investigador de la Universidad de Oxford, un poco de grasita es buena. Las mujeres con forma de pera (con caderas anchas) pueden sentirse bien pues la grasa en la cadera, la entrepierna y el trasero es químicamente más estable que la del abdomen, que junto a la grasa visceral, es más peligrosa y perjudicial para la salud.

Los expertos argumentan que tener unos kilitos de más, aunque no es lo ideal, es mejor que vivir a plan de dietas “yo-yo” que con el tiempo desaceleran el metabolismo, causan estrés cardiaco e incluso pueden llevar a que el peso incremente con el paso de los años.

Expertos afirman que un ligero sobrepeso puede ser una mejor opción frente a las mujeres que se matan por perder kilos, que si es el caso, puede llevar a serios problemas de salud.

Mitos de la delgadez

Celulitis. Muchos puedes creer que las mujeres delgadas no tienen celulitis. Falso. Quizá no salte a la viste inmediatamente, pero si se pellizcan el muslo, ahí está. Y es que el 80 por ciento de las mujeres tiene celulitis a partir de la pubertad, no tiene nada que ver con el peso. Para las mujeres, los niveles hormonales deben ser los adecuados para que todo funcione bien y no ganemos o perdamos peso.

De hecho, los expertos hablan de “salud hormonal”. La celulitis y otros problemas pueden tener su origen en las hormonas.

Durante la adolescencia, el embarazo y la menopausia el nivel de éstas es alto, por eso aparece la piel de naranja. Además, también se debe a una mala circulación linfática, algo que afecta a todas. A veces, el sistema por donde pasan las toxinas no funciona bien, entonces, se retienen líquidos. Esta acumulación afecta las células de zonas como los glúteos, los muslos y el abdomen.

Otros factores como el exceso de sodio (sal), el tabaco, el alcohol y una mala alimentación la potencian. La solución: una analítica hormonal y ejercicios localizados en las zonas problemáticas.


El peso de la edad. Las arrugas no son el único signo de la edad, los kilos también se notan. A partir de los 20 años el metabolismo basal se ralentiza, su velocidad disminuye en un dos por ciento cada diez años. En diez años, el peso aumenta unos tres kilos. Con la edad se necesitan menos nutrientes. Quemamos muchas menos calorías, sobre todo de noche. Por eso es vital el ejercicio, vigilar nuestra alimentación y cenar ligero. Otro inconveniente. Fabricamos menos cantidad de una sustancia que adelgaza: cada vez producimos menos hormonas del crecimiento.


Anoréxica con 50. Cada vez hay más diagnósticos a mujeres de 40 o incluso de 50 años que sufren desórdenes alimenticios.

Muchas enferman después del embarazo o cuando sus hijos se van de casa. Una situación traumática basta para provocarlo.

“Las mujeres se obsesionan con su cuerpo, nunca habíamos visto tanta preocupación con la figura como en la actualidad”, afirma Margo Maine, coautor de The Body Myth: Adult Women and the Pressure to Be Perfect. La buena noticia: al contrario que con los adolescentes, los adultos tienen más facilidad a la hora de reconocer el problema y pedir ayuda.

Otro dato importante: según los últimos estudios existe una predisposición genética a desarrollar este tipo de trastornos, pero el entorno y la educación también desempeñan un papel muy importante.


RELLENITAS VERSUS DELGADAS

El caso contra la grasa

Hacer dieta y cuidar tu salud y nutrición es algo bueno, pues la pérdida de peso, aunque puede ser difícil, es algo que vale la pena intentar por el bien de la salud, siempre y cuando sea equilibrada.


En este lado del debate, existen investigaciones que demuestran que un ligero sobrepeso puede incrementar tu riesgo a desarrollar cáncer de seno, y que las mujeres con kilitos extra (a pesar de tener niveles normales de colesterol y de presión sanguínea) son más propensas a desarrollar enfermedades cardiacas. En otras palabras, un par de kilos extra no es lo más saludable si consideramos los efectos a largo plazo.


Expertos afirman que tienen muchas pacientes que han dejado que esos pequeños “rollitos” o “llantitas” escalen hasta convertirse en un sobrepeso que las aleja, por vergüenza, del gimnasio o la oficina del médico. Para muchos otros expertos, los humanos hemos evolucionado para ser una especie delgada y nuestro corazón (que es del tamaño de nuestro puño) puede soportar solo cierto peso.


Aunque muchos piensan que la influencia de las modelos puede ser negativa, esto es falso (claro que depende de la edad y madurez que tienes). Un reciente estudio de la Ohio State University de Columbus (EEUU) asegura que las imágenes de modelos en realidad pueden mejorar nuestro estilo de vida. Esa es la conclusión a la que han llegado después de que 140 mujeres se rodearan y leyeran reportajes con fotos de modelos y famosas durante cinco días. Las mujeres a las que les tocaron artículos sobre delgadez tenían una mejor opinión sobre su cuerpo que el resto. La razón: se habían puesto a hacer deporte.



QUICKIE

El estrés hincha, pues segregamos cortisol, la hormona del estrés. Si los niveles son altos por mucho tiempo, afecta al sistema inmunológico, la fertilidad y los huesos. Practica meditación, pilates y yoga 3 veces por semana.

Vientre hinchado. Se nota bastante si eres delgadita. Un buen remedio son las bebidas diuréticas como el té verde. Otros alimentos depurativos son los apios, la cebolla, el perejil, la piña, los espárragos.


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