L a música puede convertirse en una buena compañera a lo largo de la vida, tanto en los momentos alegres como en los tristes, en las reuniones o cuando estás solo en casa, ya que marca y rememora distintas experiencias. Pero también, mediante ella se puede promover la salud a fin de que el proceso natural de envejecimiento sea activo.
En la tercera edad, las melodías y ritmos se los pueden aprovechar de distintas formas ya sea escuchando música, tocando algún instrumento o en diversión plena a través del baile.
Más allá de escuchar. La geriatra del centro Riam, Roxana Fernández, detalla que la música se la puede utilizar en terapias de relajación para el adulto mayor, según el estado de animo de la persona y la melodía que se utilice. "Se les coloca algo ambiental o en otros casos mientras están pintando se les puede adecuar un tango para que se reanimen y se pongan contentos", explica.
Además, la música a través de sus letras puede transportar a una persona en los recuerdos, manteniendo de esta manera activa la memoria, aunque en este punto hay que tener cuidado en el uso, ya que si el abuelo esta bajoneado emocionalmente y le colocamos una música que le afecte, puede lograrse un efecto contrario en vez de beneficiarle, aclara Fernández.
Cabe la pena recordar que la música puede mejorar la capacidad de aprendizaje y la comunicación, ayuda a estar de buen humor e incluso, alivia el dolor crónico.
Tocar para oír mejor. El entrenamiento musical puede beneficiar a los mayores y compensar algunos de los efectos del deterioro por envejecimiento, según un estudio realizado en la Universidad Northwestern, en EEUU, y publicado en la revista "PLoS One". El deterioro de las funciones más importantes relacionadas con la edad, como la memoria auditiva y la capacidad de oír y mantener una conversación en un ambiente ruidoso, parece ralentizarse en las personas que durante su vida se han dedicado a tocar un instrumento.
"Además que se mantienen activos y alegres ya que al tocar algún instrumentos el adulto mayor se reanima y hasta puede contagiar su buen humor a su entorno", añade Roxana Fernández.
Pasos con beneficios. La música, además de sus efectos en el equilibrio y en la disminución de caídas (uno de los principales factores de riesgo desencadenante de fracturas de cadera), utilizada en el baile mejora el estado anímico, aporta estabilidad emocional y capacidad de disfrute y de sentirse útil en una actividad. Todo ello conlleva una mejora indudable de la calidad de vida. "El baile los mantiene activos físicamente y anímicamente, por ello hay terapias que se aplican utilizando la música como instrumento de salud", manifestó la especialista al momento de sugerir aplicar una música que guste, según el animo y característica de cada persona.
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