Antes de nada, si vas a trabajar con ejercicios de alto impacto, es importante que hayas descansado bien. “Para poder exigir a nuestro cuerpo al 100 por ciento, es necesario que le proporcionemos el descanso necesario”, aconseja Erlan Moscoso, entrenador personal. “Si no dormiste las ocho horas continuas en la noche, existe la posibilidad de que tu cuerpo no responda al día siguiente con la misma fuerza y capacidad. Y si lo fuerzas demasiado, puede que provoques daños en tus músculos o que exijas demasiado a tu corazón”.
Evita el alcohol, tanto noche antes del juego como inmediatamente después, pues deshidrata. No olvides que además aporta unas nueve calorías por gramo, casi tanto como la grasa.
Toma mucha agua, pero a sorbos espaciados, así te hidratarás mejor y evitarás el doloroso flato.
Si vas a practicar ejercicio físico al aire libre, debes ir con la ropa y el equipo adecuado. Si se trata de un partido de fútbol, no debes olvidar los zapatos respectivos, sobre todo si juegas en una cancha de césped. Lleva también canilleras, pues las piernas son las que más peligro corren durante los partidos.
Antes de jugar, exfolia bien tu rostro para que tu piel pueda respirar sin problemas y aplica un bloqueador solar según tu tipo de piel. No olvides tu pelo: date un baño de crema antes para protegerlo del sol, que puede causar resequedad y hasta caída del cabello.
Después del ejercicio
Culminado el partido, dedícale cinco minutos al estiramiento, así tus músculos se enfriarán poco a poco y evitarás lesiones. Toma agua para recuperar la que perdiste y báñate lo antes posible. Utiliza algún gel energizante para el cuerpo y realzar el tono de tus músculos.
Para aprovechar al máximo el ejercicio, puedes aplicarte una mascarilla relajante que ayudará a que tu rostro recupere los nutrientes y el agua perdida. Es además una excelente forma de premiarte por el esfuerzo realizado.
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