martes, 6 de septiembre de 2011

Delgados con enfermedades de gordos

L as apariencias engañan. Las personas obesas no son las únicas predispuestas a padecer diabetes o patologías de índole cardiovascular. Los datos que se desprenden de un estudio dirigido por José Manuel Fernández-Real, jefe de la sección de diabetes del Hospital Josep Trueta de Girona, España, muestran que el gen IRS1 está relacionado con una menor cantidad de grasa corporal.


Según dicha investigación, en la que han participado setenta y dos instituciones de diez países, ese mismo gen también induce a tener concentraciones elevadas de colesterol y glucosa en la sangre, dos marcadores clave en las enfermedades metabólicas.

BUSCANDO LA RESPUESTA. Para tratar de entender por qué un gen asociado a la delgadez conlleva un incremento del riesgo de enfermedad metabólica, los científicos investigaron la distribución de la grasa corporal en personas portadoras de una variante de este gen. De este modo, descubrieron que dicha variante del gen solo reduce la grasa subcutánea, pero no la grasa visceral.

"La grasa de debajo de la piel puede ser beneficiosa, en cambio la grasa que se acumula debajo del abdomen es perjudicial", explica Fernández-Real.

"La grasa subcutánea es un almacén fisiológico de energía. Si por una alteración genética esta capacidad se ve limitada, la grasa se deposita en lugares donde no debería hacerlo, tales como los músculos, el hígado y el abdomen", señala.

EN LA DIABETES. En cuanto a la diabetes, el llamado receptor de la insulina de tipo 1 o IRS1 no afecta a cómo se crea la insulina en el páncreas sino a cómo responden los tejidos a ella. "La mayoría de los genes que se han identificado hasta la fecha como de riesgo de diabetes tipo 2 lo que hacen es reducir la función del páncreas, específicamente de las células beta del páncreas que producen la insulina. El IRS1 tiene que ver con la función de los otros tejidos del cuerpo", afirma el doctor Fernández-Real.

APARIENCIA QUE ENGAÑA. Por su lado, el doctor Raúl Flores corroboró a El Sol que una persona delgada puede tener muy poca grasa subcutánea; sin embargo, la grasa acumulada alrededor de sus órganos, como el corazón, el hígado o el páncreas, puede resultar de hasta cuatro o cinco litros, cuando lo ideal es que haya un litro de grasa interna. Incluso, estos "gordos encubiertos" suelen llegar a tener más grasa visceral que personas con obesidad cuyo IMC es superior a 35. "Este exceso de grasa visceral puede aumentar significativamente el riesgo de padecer enfermedades coronarias, hipertensión y diabetes 2. De hecho, esta 'grasa invisible' es más perjudicial para la salud que la antiestética y visible grasa que acumulamos bajo la piel", añade.

Estar delgadas no significa que no se tenga grasa y estar saludables. "No obstante, si es que estamos flacas (os) porque nos alimentamos equilibradamente, nos cuidamos de los excesos y hacemos actividad física, naturalmente que lo más seguro es que nos encontremos perfectamente saludables", recalca el profesional.

LAS DAMAS TIENEN

Mayor depósito de grasa subcutánea, en los hombres está disminuida.

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