jueves, 18 de agosto de 2011

Baños turcos restauradores y curativos

El hamman, o baño turco, busca la limpieza integral del cuerpo y la relajación a través del vapor, aunque también cumple funciones medicinales que mejoran la salud y eliminan algunas dolencias del cuerpo, gracias a la acción de diferentes plantas medicinales.

En pequeños ambientes individuales, dentro de los cuales se ubican unas cabinas recubiertas con azulejos y fibra de vidrio, se realiza la terapia. En cada una entra una persona cómodamente sentada. “Debajo del asiento, diseñado con madera, se coloca una parrilla con plantas medicinales como manzanilla, romero, hierba luisa, retama y ruda. Una manguera, que ingresa por un orificio en la parte inferior de la cabina, deja salir el vapor que contiene esencias de menta y eucalipto que, combinadas con las hierbas, actúan en tu cuerpo”, explica Isabel Achino, la propietaria de los baños turcos ubicados en la zona de Miraflores (c/Claudio Pinilla).

Ducha de agua fría

45 minutos bastan para que este sauna personal hidrate tu piel y te ayude a eliminar impurezas y toxinas del cuerpo. Es importante refrescarte cada cinco minutos con una ducha manual de agua fría que está incorporada dentro de la cabina, esto ayuda a que los poros, una vez limpios, se cierren. No olvides tomar líquidos (agua o jugos naturales) durante la terapia para evitar deshidratarte.

Como la cabeza de la persona queda libre, no tendrás problemas para respirar. Si quieres eliminar las impurezas de tu rostro, puedes meter la cabeza unos minutos dentro del sauna y luego sacarla.
Estas cabinas de un metro de alto por 1,20 de ancho concentran el suficiente vapor como para mejorar la circulación, eliminar toxinas, aliviar dolores musculares y articulares, calmar el estrés y estimular el sueño, entre otros.

Existen algunas contraindicaciones, explica el traumatólogo Óscar Hevia y Vaca. “Las personas con hipertensión arterial, niños, diabéticos, enfermos renales, y mujeres embarazadas no pueden ingresar a estos baños”. Y para aquellos que no tienen patologías, la regla de oro es: “Varias veces poco tiempo, es mejor que demasiado tiempo una sola vez”.

Circulación

Alternar el agua fría en medio del vapor resulta beneficioso para el sistema circulatorio, porque ayuda al flujo del sistema linfático y venoso, coinciden Hevia y Vaca y Achino.

Propiedades

La manzanilla desinflama, la hierba luisa es sedante y antiespasmódica, el eucalipto es balsámico y antiséptico, el romero es febrífugo y la ruda es sedante y anticonvulsiva.


Fuente: Óscar Hevia y Vaca, traumatólogo. Isabel Achino, ‘Baños turcos’, c. Claudio Pinilla y Posnansky (Miraflores).


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