Conserve su cabello

El pelo aporta gran parte de la personalidad y define a la persona. A una determinada edad éste sufre variaciones hormonales y estructurales como consecuencia de un envejecimiento natural. Un ejemplo de ello es la pérdida de tonalidad o la caída del cabello. Por todo esto, en la tercera edad, el pelo requiere un cuidado especial.
Los cambios climáticos afectan principalmente al cuero cabelludo. No hay que olvidar que las personas en general cada década perdemos 10 por ciento del cabello y a los 70 u 80 años se ha caído buena parte, producto de múltiples agresiones como malas dietas, enfermedades diversas e inclusive algunos medicamentos, señala la cosmetóloga Dayana Ribera.

EL PASO DE LOS AÑOS. Los síntomas del envejecimiento del cabello incluyen: sequedad, cabello fino, color más claro, aparición de canas, debilitamiento y tendencia a ser quebradizo, disminución del brillo, disminución de la cantidad, caída excesiva y disminución de la velocidad de crecimiento.
LAS CAUSAS DEL PROCESO. Las principales causas de estos cambios en el cabello obedecen al envejecimiento natural y a los cambios hormonales que comporta la vejez, dice la experta.
La coloración del cabello se debe a los melanocitos, células que se encargan de generar dos clases de melaninas (pigmentos). Con el envejecimiento, los melanocitos se debilitan gradualmente hasta que los niveles de melaninas desaparecen, lo cual da lugar a las canas; este proceso natural puede comenzar a experimentarlo cualquier persona alrededor de los 40 años.
Cabe destacar que el cabello de una persona, como la piel, muestra su estado vital. Así pues, el estrés, las intervenciones quirúrgicas, el alcohol, el tabaco, las enfermedades en general, el cansancio, el exceso de aplicaciones de sustancias químicas sobre el cabello, el uso de productos inadecuados para la higiene y una higiene deficiente son factores de riesgo que contribuyen a dañarlo.

CONSEJO INDISPENSABLE. Las personas de la tercera edad deben evitar los tintes demasiado oscuros, ya que resultan muy artificiales y resaltan las arrugas. Se recomienda elegir un matiz parecido al original, o bien, con variaciones sutiles o tintes semipermanentes que cubren las canas con reflejos más naturales.

1 LAVADO. Debe ser como mínimo un par de veces por semana. Son mejores los champús neutros que permiten lavar el cabello con mayor frecuencia.

2 PROCESO. Humedecer el cabello antes de aplicar el champú, ya que con ello se consigue que, con menos cantidad de éste, se pueda abastecer toda la melena.

3 ENJUAGAR. Deberá comenzar con agua tibia y finalmente con agua fría. Favorece la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, estimula el crecimiento y lo fortalece.

4 COMPLEMENTO. Mantenga el cabello bien nutrido e hidratado, con baños de crema y demás para lucir una melena con canas que se vea suave, brillante y llena de vida.

A LA HORA DE PEINAR
Hágalo con un peine suave y evite estirarlo demasiado, ya que es muy frágil.

LA ALIMENTACIÓN
Se debe seguir una dieta equilibrada que incluya vitamina A, complejo B y otros.