Desde pequeñas, algunas mujeres se llenan de miedos con tantas historias sobre cuidados íntimos. Entre tanta recomendación, es difícil saber a quién hacer caso, o tener claro qué es cierto y qué es mito. La mitad de la verdad es que la higiene íntima es imprescindible para la salud, la otra mitad es que, incluso cuando se trata de cuidados, todo exceso es dañino.
RECOMENDACIONES. La ginecóloga Lilian Consuelo Cadima toca varios puntos que competen a la salud de los genitales femeninos. La especialista aconseja, al momento del aseo personal, optar por jabones neutros, de glicerina o los infantiles, que ayudan a mantener en equilibrio el PH de la vagina. ''Hay que cumplir dos requisitos, minuciosidad y suavidad, es importante una higiene meticulosa pero sin lastimar''. Cadima también habla de la higiene después de la micción y de la relación sexual. ''Hay que tener el cuidado con el recorrido de la limpieza para no contaminar la parte anterior con la posterior; asimismo, luego de una relación, es recomendable orinar y lavar con abundante agua, para evitar que los microbios tengan oportunidad de subir hasta la vejiga'', dice.
Lo peor que se puede hacer es, en la exagerada limpieza, llegar a irritar o lastimar los órganos genitales con movimientos bruscos o afectar el PH vaginal con productos químicos.
BAÑOS PÚBLICOS. Los baños públicos a menudo están contaminados con heces o secreciones; por tanto, es bueno tomar ciertas precauciones al usarlos, más aún si se tiene alguna herida en la piel por la que pueda ingresar algún elemento que posteriormente dé problemas. ''Cuando hay heridas existe riesgo de contaminarse'', aseguró.
SI SE LAVA MUCHO Y CON ELEMENTOS QUÍMICOS
se altera la acidez natural de la vagina y se abre puertas a una infección.
SI HAY FLUJOS, MOLESTIA O PICAZÓN LO PRIMERO
que debe hacerse es visitar al médico para detectar problemas.
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