Un dolor de espalda, un asiento caliente o ruidos de muebles viejos pueden hacer que un gran espectáculo, una conferencia o una película sea simplemente insufrible. Por ello, la última tecnología ha previsto que las butacas de hoy tengan todas las comodidades para atrapar al público. “Una buena butaca debe ser básicamente cómoda. Ya no se utiliza la esponja, que se deforma, se aplica ahora un poliuretano inyectado que nunca pierde la memoria”, explica Joaquín Berazain Vilaseca, de Mexbol Importaciones.
Las estructuras son de resistente acero calibre 22. Las soldaduras son invisibles, no quedan costuras en el acabado. La pintura se aplica en polvo, por lo que no se despinta o se descascara.
Las butacas además cuentan con una caja acústica que ayuda a que el sonido del espectáculo no se distorsione. Tanto el respaldo como el asiento cuentan con un pequeño panel provisto de orificios y una cámara de aire. El mecanismo es muy sencillo, pero altamente efectivo.
Las telas son especiales: pasan por un tratamiento antiflama con una cobertura invisible que evita que pierdan el color a pesar del uso intensivo. Finalmente, un sistema antirruido hará que la asistencia a una sala sea placentera.
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