lunes, 22 de mayo de 2017

Mi cabello protegido en invierno

El invierno no es la mejor estación para el cabello. El calor, el frío, el viento, la lluvia, la electricidad estática; no son las mejores condiciones. Desde que las bajas temperaturas empiecen a dañar el cabello, ofrécele un programa de cuidados gracias a nuestros consejos.

Para cuidar el pelo en invierno, lo primero que debes hacer es un diagnóstico de su estado general. Sólo podrás mimarlo, si sabes lo que necesita.

1) Lavar el cabello con suavidad: Trátalo con cuidado. Tu cuero cabelludo debe soportar los avatares externos, por no hablar de la caída del cabello en otoño, así que lo último que necesita es que lo sigas castigando.

Según el tipo de cabello que tengas: si es graso, lávalo de 2 a 3 veces por semana, si tienes el cabello seco, basta con una vez por semana.

La idea de que el cabello es más graso en invierno debido a una alimentación más rica en grasas no ha sido demostrado científicamente, por tanto, no te pongas a buscar un champú especial para el invierno. Lo que debes hacer es tener en cuenta el tipo de cabello

Aplica el champú y masajea con suavidad con ayuda de la punta de los dedos hasta que haga espuma. Nunca uses las uñas, porque podrías lastimar el cuero cabelludo (incluso una lesión minúscula puede perjudicar la vitalidad del cabello).

2) Nutrir el cabello en profundidad: Cuando termines de lavarte el cabello, nútrelo en profundidad, sobre todo si lo tienes rizado o teñido, porque en estos casos es más frágil. Aunque la variedad de champús es casi infinita, no siempre es fácil decantarse por el que más nos conviene. Opta por una solución rica en activos nutrientes y reparadores, como el karité o el aceite de cártamo.

En invierno solemos usar gorros y sombreros para protegernos del frío que asfixian el cabello, provocan electricidad estática y pueden llegar a provocar la caída del mismo. Así que no abuses de ellos y deja que tu cabellera respire lo máximo posible.

3) Peinar el cabello sin estropearlo: Para librarte de todas las impurezas (células muertas, contaminación) no basta con el champú, tienes que completarlo con el cepillado diario. Utiliza un cepillo de fibras naturales y péinate partiendo de la raíz (sin tocar el cuerpo cabelludo) hasta las puntas.

En invierno, nunca salgas con el pelo mojado, el secador es imprescindible, utiliza el aire frío de vez en cuando y no acerques mucho el aparato a la pared capilar. Si tienes el pelo largo, sécalo con la cabeza hacia abajo, así respirará mejor.

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