lunes, 22 de mayo de 2017

¡Adiós ojeras!



Probablemente, no haya nadie en el mundo que no se haya llevado algún buen susto matutino al encontrarse frente al espejo un rostro distorsionado por bolsas y ojeras. Y no, no implica obligatoriamente que detrás haya una noche en blanco, sea por buenas o malas razones.

La piel del contorno de los ojos es la más frágil y susceptible de la geografía cutánea. Las cifras no engañan. El espesor medio de esa capa de la dermis es de entre 300 y 800 micras, según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Esto es, cinco veces más fina que la del resto del rostro, que a su vez, es cinco veces más fina que la del cuerpo. En milímetros, no llega a los 0,5. Además, tiene una menor cantidad de fibras de colágeno, elastina y glándulas sebáceas, según la misma fuente. En el contorno ocular hay 22 músculos periorbitales que están en continuo movimiento, por lo que, amén de delicada, es una piel que se distiende con facilidad.

En la formación de las bolsas y las ojeras están implicados, en primer lugar, los factores genéticos, según el Centro para la Dermatología de Washington. Pero antes de indagar en sus causas, hay que distinguir entre ambas manifestaciones. La cosmética las suele meter en el mismo saco. Cualquier producto destinado a esta zona del rostro une los términos “antibolsas y antiojeras”; y, en efecto, determinados ungüentos se atreven a combatir los dos problemas. Sin embargo, su origen es diferente.



Ojeras. El lado oscuro

Como explica la doctora Almudena Royo, médico estético del Instituto Médico Láser (España), “las ojeras aparecen por la disposición anatómica del seno venoso de la zona [área que rodea el ojo: el factor hereditario]”. Se trata, pues, de una disposición morfológica especial, que sumada a una piel tan fina (casi transparente), deja ver la acumulación de sangre, oscureciendo la zona”. La falta de hierro también contribuye a su formación, pues esta deficiencia resulta en una pobre oxigenación de los tejidos, hecho que contribuye a la creación de coágulos en los vasos sanguíneos que existen en la zona ocular. Ante esta carencia, la Fundación Española del Corazón recomienda el consumo de carnes rojas, yema de huevo, verduras de hoja o cítricos. A la genética y la falta de hierro, la doctora María José Alonso, dermatóloga de la AEDV, añade una tercera causa determinante: “La pérdida de volumen de la grasa que hay alrededor de los ojos (grasa periorbital) conlleva la aparición de surcos más oscuros, pigmenta la zona, aumenta la laxitud del párpado y da lugar a ojeras”. En cuarto y quinto lugar, aunque no por orden de importancia, se encuentran la falta de sueño (que dilata los vasos sanguíneos) y la edad (pues la piel se afina con el envejecimiento, como explica el doctor Manuel Ángel Rodríguez Prieto, jefe de servicio de Dermatología del Hospital del Complejo Asistencial Universitario de León).



Bolsas. Maldita retención

El abultamiento de la piel bajo los ojos también responde a factores genéticos. Explica el proceso José González Vidal, oftalmólogo y cirujano plástico ocular de la clínica Miestetic: “Se forman por una pérdida de tono muscular en el músculo y en la piel de párpado inferior, lo que produce un descolgamiento y adelgazamiento de la piel”. Cuando su causa es la retención de líquidos (la distinguiremos al ser una manifestación que solo aparece al levantarnos), la doctora Alonso anima a practicar gimnasia facial (“apoye los dedos en las sienes y cierre con fuerza el párpado durante 10 segundos; hay que repetir la acción diez veces con cada ojo y, al terminar, cerrarlos ambos, relajando los rasgos durante un minuto”). Cabe recordar que el consumo excesivo de sal también propicia la retención de líquidos.

Cuando la causa no es una simple congestión que se produce al despertar, ni bolsas ni ojeras pasan desapercibidas. Como señala González Vidal, “el retoque estético más frecuente en hombres jóvenes es la corrección de las bolsas oculares, pues aporta al rostro sensación de cansancio”. Pero si no quiere pasar por quirófano, existen otras opciones.



SOLUCIONES NATURALES: EN SU NEVERA Y SU NECESER

El recetario natural está lleno de remedios caseros que llevan siglos demostrando su utilidad para estos males. No hay estudios científicos que los avalen, pero tampoco se ha encontrado bibliografía adversa que los eche por tierra. “Los remedios naturales pueden ayudar a frenar la evolución de las bolsas. En general, cualquier acción que produzca eliminación de líquidos ayuda a mejorar la zona ocular”, señala el doctor González Vidal, quien también repasa los más efectivos.



Bocarriba y con almohada

Dormir bocabajo puede agravar el problema, dado que se entorpece la circulación de retorno. Como explica González Vidal, “dormir con la cabeza un poco más elevada que los pies y utilizar una almohada más gruesa contribuye a que se hinchen menos los párpados durante la noche y, por tanto, retrasa la aparición de bolsas”.



Hielo

“El frío también contribuye a reducir la congestión de los ojos y por ende, las bolsas y ojeras”, apunta el especialista. Hay antifaces creados con este fin, que se guardan en la nevera, listos para ser utilizados en momentos de emergencia. Pero es igualmente efectivo envolver un hielo con un pañuelo de tela y apoyarlo bajo los ojos durante unos minutos, pues las bajas temperaturas reducen la inflamación de los vasos sanguíneos.



Gafas de pepino

Es el remedio natural más conocido. Como señala González Vidal, “el pepino, si además se utiliza frío, ayuda a descongestionar las bolsas oculares. Aunque tiene un efecto temporal, si lo hiciésemos con constancia todos los días por la mañana, podríamos frenar su progresión”. La doctora Alonso explica que esto se debe a las vitaminas del producto, “principios activos que aplicados en la piel mejoran pigmentación, laxitud y arrugas finas”.



Fresas

La fresa es un gran desinflamante natural que obra milagros en la reducción de las ojeras que, además, nos aporta diversos minerales y antioxidantes perfectos para el cuidado de nuestra piel.

Para aprovechar las propiedades de este fruto rojo, prepara un puré con su pulpa, déjalo enfriar un poco y aplícalo en el área por media hora o más, luego lava con agua fría y abundante tu rostro y ¡listo!



Kiwi

El kiwi es también otro de los aliados en la lucha contra las ojeras gracias a su gran contenido de vitaminas, antioxidantes y otros nutrientes, funcionando muy bien para reducir la inflamación y tensar la piel. Aplícalo del mismo modo y por el mismo tiempo que las rodajas de pepino y verás cómo las ojeras desparecen de tu rostro en cuestión de minutos.



Patata

La patata rallada también funciona como una buena aliada para reducir progresivamente las ojeras. Ralla una patata cruda, envuelve esa especie de puré en una tela tipo gasa y aplícalo en tus ojeras como compresas durante al menos 20 minutos 3 veces por semana. Si buscas una alternativa más simple, también puedes aplicar directamente las rodajas de patata en la zona como hemos comentado con el kiwi y el pepino.



Aceite de almendras

Entre los aceites naturales, también puedes encontrar buenos aliados, como el de almendras, para quitar las ojeras y las bolsas de los ojos. El aceite de almendras le aporta a la piel de esta zona la hidratación que necesita para lucir luminosa y joven, además de que la desinflama y también previene la aparición de arrugas.

Para poner en práctica este truco de belleza, tan solo tienes que aplicar unas gotas de aceite de almendras sobre las ojeras y dar ligeros toques con las yemas de tus dedos para que penetre bien en la piel. Espera a que la piel lo absorba por completo y, luego, aplica una crema específica en el contorno de los ojos.



Café

Gracias a la cafeína y a los antioxidantes que contiene el café, aplicándolo en el párpado inferior lograremos activar la circulación de esta zona y desinflamarla, reduciendo notablemente las ojeras.

La mejor forma de usarlo para deshacerte de las manchas azuladas o moradas bajo los ojos es hacer un café bien cargado y, si es posible, con granos naturales y no con preparados, guardarlo en la nevera y esperar a que esté bien frío. Entonces, empapa dos discos de algodón en el café frío y deja que actúen hasta que se sequen, repite esto un par de veces más. Puedes hacer este remedio natural un par de veces a la semana.



Bicarbonato

El bicarbonato de sodio tiene propiedades que aclaran la piel, la exfolian y la limpian en profundidad, eliminando todo tipo de impurezas, por este motivo es utilizado en todo el mundo para reducir las ojeras.

Para quitar las ojeras con bicarbonato, primero tendrás que mezclar una cucharadita de este producto con agua tibia. O bien, para potenciar los efectos para eliminar las manchas oscuras que aparecen debajo de los ojos, puedes utilizar una de las infusiones anteriormente comentadas y mezclarla con este producto cuando esté tibia. Seguidamente, moja dos discos de algodón y aplícalos en tus párpados para que la mezcla actúe sobre las ojeras. Deja que actúe hasta que los discos se sequen y lávate la cara con agua abundante y tibia.

Puedes usar este remedio entre 2 y 3 veces a la semana y, cada vez que termines de hacerlo, es recomendable que apliques tu crema hidratante habitual o una crema especial para el contorno de ojos.



MÁS CONSEJOS

Para mejorar el efecto de estos remedios caseros, es importante que además tengas en cuenta algunas recomendaciones como las siguientes, solo así las ojeras desaparecerán de tu rostro por completo:



• Descansa bien durante la noche y duerme entre 7 y 8 horas cada día.



• Bebe abundante agua durante el día, entre unos 1,5 y 2 litros, para mantener la piel bien hidratada.



• Lleva una dieta sana y equilibrada en la que se incluyan alimentos que favorezcan la circulación sanguínea, pues estos son ideales para evitar la retención de líquidos. Son buenas alternativas los alimentos ricos en fibra, antioxidantes, potasio y hierro. Asimismo, no te excedas consumiendo sal, puesto que esta favorece la retención de líquidos.



• Cuando apliques productos cosméticos sobre la zona, hazlo golpeando con la yema de los dedos de manera suave para estimular la circulación.



• Realiza ejercicio físico de forma regular.



TRUCOS DE MAQUILLAJE

Cuando hablamos de básicos de maquillaje, el saber corregir las ojeras de manera natural y efectiva es una de las claves para conseguir ese tan deseado efecto ‘buena cara’.

Para poder cubrirlas con éxito lo más importante es:



TRUCO 1 Conocer el color de nuestras ojeras y a partir de ahí escoger el color complementario para neutralizarlas. Si son moradas, necesitaremos un corrector con pigmentos amarillos para contrarrestar. Si son azules, necesitaremos un corrector naranja y por último, si son de color verdoso, necesitaremos un corrector de tonalidades rosadas o rojizas (en caso de ojeras muy intensas, incluso podríamos utilizar un tono rojo para poder neutralizarlas).

Si el color que necesitamos no coincide con nuestro color de piel, siempre podemos mezclar un corrector de color (naranja, rosado o amarillo) con un corrector de ojeras de nuestro tono de piel. Por ejemplo, si la piel de nuestra cara y cuello es rosa y necesitamos un corrector que tenga pigmentos amarillos, siempre podemos mezclar un corrector del color de nuestra piel, en este caso rosado con otro corrector amarillo que nos ayude a neutralizar las ojeras.



TRUCO 2 El segundo punto clave es el lugar de aplicación, ya que solo necesitamos aplicarlo donde existe la oscuridad, de esta forma se difuminará de manera más natural y se fundirá con nuestra piel.



TRUCO 3 Para terminar, hay personas que tienen el párpado muy graso y necesitan utilizar una pequeña cantidad de polvos traslúcidos, en ese caso, adelante; esta es una buena manera de que el corrector dure más horas. Sin embargo, para las personas que tienen el párpado normal o seco, es muy probable que si utilizan polvos en esa zona que es tan delicada, noten cierta sequedad, incluso que el corrector se cuartea, por ello que en muchos casos los polvos no son necesarios tras la aplicación del corrector.




El secreto del labial rojo para eliminar los ojos de panda

A primera lectura puede sorprender, pero María Soláns, directora de la escuela y agencia de maquillaje Mery Make Up, lo ve como el mejor atajo para disimular unas ojeras marcadas. “Hay que aplicar el labial con una esponjita por toda la zona afectada y difuminarlo a continuación con una brocha de maquillaje. Después, se puede extender un corrector compacto a través de pequeños golpecitos con el dedo anular, que es el que menos fuerza tiene”, concreta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario