lunes, 13 de febrero de 2017

Evita las arrugas del sueño




Aunque dormir más de 7 horas cada noche sea un principio de salud y de belleza básico (como recomienda Arianna Huffington en su libro La revolución del sueño), dormir lo suficiente también es un requisito fundamental para la correcta regeneración celular. Un reciente estudio demuestra que un mal descanso nocturno puede tener un efecto negativo sobre tu piel. En este punto nos referimos a lo que se llaman “las arrugas del sueño”.

Por lo tanto, ‘dormir bien’ no solo incluye el dormir 7 horas cada noche, incluye también la postura en la que lo hacemos.

Un estudio publicado en Aesthetic Surgery Journal revela que dormir en ciertas posturas puede envejecer la piel. La doctora Goesel Anson, profesora de cirugía en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nevada, dirigió esta investigación que demuestra que dormir de lado o boca abajo puede provocar arrugas en la cara, el cuello y el escote. La causa resulta bastante lógica: la presión contra la almohada y la torsión entre las sábanas que sufre la piel durante las horas de sueño dejan su huella.

Esta huella se traduce en la aparición de arrugas precoces, distintas e independientes a las líneas de expresión. “Las arrugas del sueño son pliegues verticales en la cara y en el escote, y tanto verticales como horizontales en el cuello”, explicó la doctora Purificación Espallargas, cirujana experta en tratamientos faciales, a la revista Vogue. “Aparecen a partir de los 35 años ya que a esa edad, aproximadamente, disminuye el ácido hialurónico y el colágeno de la piel y se reduce su grosor”, justifica.

De esta manera, las arrugas del sueño, al igual que las líneas de expresión, mantienen cierta relación con la personalidad de cada uno, en concreto con su forma de dormir. Normalmente, los pliegues son más numerosos en uno de los dos lados de la cara, según el doctor Daniel Mills, presidente de la American Society for Aesthetic Plastic Surgery. Mills observó que muchos de sus pacientes tenían un número mayor de arrugas en el lateral sobre el que dormían.

Por otro lado, la fina piel del escote también sufre las consecuencias de nuestras preferencias nocturnas. Y es que pueden aparecer arrugas en forma de abanico en el escote si dormimos uniendo los brazos.

Le pregunta de oro es: ¿qué hacer para prevenir estas arrugas del sueño? La primera medida pasa por adecuar la postura en la que te echas. “Siempre se debe dormir boca arriba”, recomienda la doctora Espallargas. Pero, ¿cómo mantener esta posición durante toda la noche? Con un sencillo truco: para evitar girar la cabeza, puedes utilizar dos cojines, colocando uno a cada lado. Pero ojo, que el tejido de los cojines también es fundamental. De acuerdo a esta experta, las sábanas y la funda de la almohada deben ser de un tejido micro transpirable, como el algodón, que sea “fino para que los pliegues no dejen señal en la piel después de una presión de 6 u 8 horas de sueño”.

Como última medida preventiva, deberías potenciar los cosméticos antiedad con ácido hialurónico, retinoicos y antioxidantes en tu ritual de belleza.



Que desaparezcan ¡ya!

Si ya tienes estas aborrecidas “arruguitas del sueño”, lo que debes hacer es tratarla con medidas especificas, distintas a las que se emplean contra otros tipos de arrugas. La experta explica que al tratarse de arrugas que se producen por presión continua, falta de riego y rotura de la piel, se necesita ácido hialurónico de baja intensidad para atenuarse. Si la arruga es más profundo, la solución requiere dos pasos: una terapia combinada de plasma rico en plaquetas y colágeno, completado con hilos de polidioxanona en el caso concreto del escote. Dos meses después, cuando ya se haya creado colágeno gracias a la primera fase, se realizarían infiltraciones de vitaminas con aminoácidos, colágeno y péptidos, o ácido hialurónico de baja densidad.

Si el tratamiento es el adecuado y se trabaja desde la parte profunda hasta la superficial, se puede lograr una mejoría de hasta el 90%, asegura esta experta a la publicación.



BENEFICIOS DEL MASAJE FACIAL

¿TE DESPIERTAS CON MALA CARA? LA SOLUCIÓN ESTÁ EN DARTE UN MASAJE DE 30 SEGUNDOS.

¿Estas realmente consciente de todo lo bueno que tiene hacerse un masaje facial súper rápido antes de maquillarte? Este es el remedio sobre todo cuando saliste la noche pasada o cuando estás demasiado cansada como para tener buena cara. Para esos casos, y para tanto otros, el masaje puede ser una muy buena idea. El makeup artista Tom Pecheux, no deja de hablar sobre las bondades. Dicen que en el backstage, cuando una modelo se pone en sus manos para maquillarse, siempre empieza con este gesto. “Me gusta hacerlo porque calma la piel, suaviza las líneas de expresión y recupera la luminosidad cuando estás cansada”, afirma Tom Pecheux.

Palabras que confirman otros expertos de belleza. “Al activar la circulación se oxigena el tejido, mejora su aspecto y está más receptivo para recibir todos aquellos principios activos que apliquemos sobre la piel. Así conseguiremos un maquillaje más radiante y luminoso”, dice Estrella Pujol, directora del centro Oxigen de Barcelona. A lo que hay que añadir otras buenas nuevas: mejora la oxigenación de la piel, favorece su desintoxicación y también drena el contorno de los ojos y, por tanto, se consigue aliviar bolsas y disminuir ojeras.



Tiempo de duración. Basta con que inviertas 30 - 60 segundos. Si lo haces dos veces al día y, además, lo acompañas de gimnasia facial puedes añadir un plus: tonificar los músculos faciales. Pero si de lo que se trata es de oxigenar la piel y que el maquillaje quede más bonito, basta con dedicarle menos de dos minutos.



El secreto. Hazlo siempre con movimientos suaves. Es importante activar, pero no demasiado, pues no nos interesa que la piel se enrojezca.



Movimientos circulares. Los movimientos deben ser circulares ascendentes, del centro del rostro y hacia el exterior. Estos movimientos, además, favorecen la luminosidad de la piel por el efecto colateral de la oxigenación del tejido.



Qué ingredientes usar. Se recomienda hacerlo con tónico o, en su defecto, con la piel seca, porque el efecto es más intenso. Y es que el tónico tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorioas y antienvejecimiento. Además, tiene efecto flash, suaviza la textura de la piel y cierra los poros dilatados.

Si te das un mansaje antes de maquillarte, lo recomendable es hacerlo con un sérum iluminador y un poco de crema para dar jugosidad a la piel y potenciar después la luminosidad del maquillaje. Si en cambio, el masaje vas a hacerlo por la noche al desmaquillarte, puedes usar un aceite. En este caso debes hacer maniobras de deslizamiento y pases reafirmantes enérgicos para terminar con un masaje más lento a base de pases envolventes. Si utilizas un sérum, en cambio, el masaje debe ser más rápido (ya que el producto se absorbe en unos segundos) y con movimientos realizados con las puntas de los dedos tipo punteo o pellizqueo.



Un masaje más largo. Si tienes algo más de tiempo, y puedes dedicar más tiempo al masaje (unos 7 minutos), podrás conseguir otros beneficios a largo plazo, sobre todo para reafirmar el óvalo facial.

Muchos expertos recomiendan el Kobido, una técnica milenaria usada por las emperatrices japonesas que consigue estimular la producción de colágeno y elastina. Para hacerlo, haz pequeños puntos de presión y movimientos ascendentes en el contorno de ojos, las aletas de la nariz, el entrecejo, el labio superior, la línea del labio inferior, el lagrimal, las mejillas y la zona superior de las cejas.



En clave coreana. El masaje facial es otro de los pilares fundamentales en la rutina de belleza coreana Charlotte Cho en su libro “Secretos de belleza coreanos para una piel radiante” aconseja hacerse un masaje cada noche al desmaquillar la piel. Su paso a paso podría resumirse así:



1. Hazlo siempre en dirección de los músculos.



2. Empieza debajo de los pómulos. Utiliza los nudillos de los dos primeros dedos (con las manos cerradas en un puño) para masajear y subir ligeramente.



3. Con los nudillos, sube por los lados de la nariz hasta la parte superior de la frente y baja por los contornos de la cara.



4. Masajea suavemente la zona de debajo de los ojos con las yemas de los dedos, empezando en el puente de la nariz y hacia fuera, en dirección a la sien.



5. Seca el rostro dando suaves toquecitos con la toalla.



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