jueves, 14 de enero de 2016

CEJAS, el equilibrio del rostro

Más o menos arqueadas, más o menos curvas, las cejas imprimen un carácter único al rostro. Desde hace unos años, se llevan pobladas, gruesas y arqueadas, aunque su forma varía según la angulosidad del rostro y la personalidad, porque las cejas también deben expresar cómo eres.

La forma de las cejas aporta una armonía facial perfecta, “pero no nos damos cuenta hasta que se pierden”, cuenta el doctor Mato Ansorena, quien asegura que “no podemos olvidarnos de su función expresiva y comunicativa siendo de vital importancia en la imagen y por lo tanto en la autoestima y la confianza”.

Las cejas son fundamentales para armonizar las facciones. Ahora se imponen las cejas naturales, lo que no quiere decir que se dejen crear a su libre albedrío ni que se depilen sin ton ni son. Lo ideal es dibujarlas siguiendo la armonía del óvalo facial.

La función de las cejas no es decorativa, “protegen a los ojos del sudor y de la suciedad, además de proporcionar sombra”, asegura Mato Ansorena, para quien las cejas son “una parte importantísima de la comunicación humana, los psiquiatras las llaman: ‘el espejo del alma’”.

El implante de cejas

Qué sucede cuando se pierde la densidad y las cejas se tornan finas, delgadas o carecen de forma? Existe una gran oferta de tratamientos para mejorar la salud y el aspecto de la cejas, “pero ninguno tan fácil y perfecto como el implante”, explica el doctor.

El implante de cejas es permanente y resulta más natural que la micro-pigmentación, tatuajes o lápices de cejas, “soluciones rápidas y sencillas, pero temporales”, advierte Mato.

¿Cómo funciona un implante de cejas? El proceso empieza con una evaluación y estudio de los antecedentes del paciente.

Luego se selecciona la zona de la cabeza más adecuada para donar el cabello, que generalmente suele ser la parte de la nuca. “Cada pelo de la ceja es implantado dándole la forma y la densidad deseada”, detalla Mato Ansorena.

Por último, con una intervención mínimamente invasiva y con anestesia local, se realiza el implante de cejas. Tras la intervención, que suele tardar unas dos horas, el paciente puede volver a su vida normal e incorporarse a sus tareas habituales.

Entre los resultados del implante se encuentra iluminar, agrandar y realzar la mirada, además de equilibrar las facciones y proporcionar simetría al rostro. “El implante de cejas también sirve para suavizar o endurecer la expresión, así como hacer que el rostro resulte más sofisticado o más natural”, explica Mato Ansorena.

Ángulos marcados

Según la maquilladora Charo Palomo, en los rostros cuadrados quedan bien las cejas con un ángulo bien marcado, mientras que los rostros más alargados sientan bien las cejas con formas rectas o planas.

A los rostros con forma redonda les favorecen las cejas ascendentes, ideales para estilizar el óvalo facial. Para los rostros con forma de corazón, se destinan las cejas finas.

“La eliminación inadecuada de un solo pelo puede destruir la estructura de la ceja”, cuenta Palomo, quien aconseja tener cuidado con el entrecejo, ya que si la distancia entre una ceja y otra es grande, la nariz parecerá más ancha y los ojos más pequeños.

¿Cuestión de moda?

En los años 20, se llevaban las cejas finas y con forma redonda descendente. En la década de los 30, la actriz Marlene Dietrich impuso la moda de llevar las cejas muy finas y largas. Audrey Hepburn en los años 50 y Marilyn Monroe, en los 60 pusieron de moda las cejas con un pico en el arco con la intención de levantar la mirada.

Las cejas gruesas y desordenadas se remontan a la década de los 80, cuando la cantante Madonna lucía una maxi cejas oscuras con un cabello rubio platino.

Emma Watson, Cara Delevingne, Diana Kruger, Natalie Portman, Miranda Kerr, Olivia Palermo o Megan Fox son algunas de las celebrities que lucen las cejas más deseadas.


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