jueves, 3 de julio de 2014

El increíble poder del masaje profundo


Existe un tipo de masaje que uno puede darse a sí mismo, el cual produce alivio muscular y desbloqueo de los canales energéticos. Este tipo de masaje requiere un lubricante inocuo y yo utilizo aceite para bebés o crema de coca y molle. Usted puede aprender a masajearse algunas partes de su cuerpo que le sean accesibles y comprobar lo agradable y aliviador que es esta actividad personal tan antigua como la humanidad misma.

Para que usted aprenda a darse masajes a sí mismo comience por sus manos, empape sus palmas con cualquier lubricante inocuo o aceite para bebés que puede encontrar en cualquier farmacia, friccione sus palmas hasta calentarlas y comience a masajear su mano izquierda, vaya sobando toda su mano y luego comience a profundizar, buscando con su dedo pulgar nudos o contracciones crónicas llamadas “contracturas”.

Después haga lo mismo con su mano derecha para equilibrar el masaje. Cuando descubra una contractura descubrirá mucho dolor y mucha sensibilidad y debe continuar masajeando hasta suavizar dicha contractura. Debe perseverar por un tiempo mayor a diez minutos y solo así los dolores que son muy intensos disminuirán.

Es importante que tenga la determinación de experimentar algunos dolores musculares que son realmente intensos; pero, después de unos minutos de masajes profundos, llega el alivio y la sensación de bienestar y de satisfacción interior.

Debe entender que en toda contractura hay “dolor guardado inconsciente” que después de ser expuesto por el masaje profundo simplemente disminuye considerablemente y que esa liberación de dolor muscular se convierte en más energía vital con la cual nuestro cuerpo aumenta o recupera muchos de sus movimientos que estaban como perdidos consumiendo energía y quitándonos nuestra alegría de vivir.

Si le fuera posible, haga lo mismo con sus pies, sobre todo con sus plantas y notará que sus sensaciones de bienestar irán aumentando en la medida en que le pierda el miedo al dolor de las contracturas y de sus bloqueos energéticos.

El masaje a las plantas de los pies es potente y muy relajador, haga la prueba de masajearse los pies por veinte minutos o más y puede incluir la parte superior de los pies, sobre todo, la parte de los dedos, masajéelos, estírelos y notará los resultados.

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