¡Hip, hip! Es muy molesto sentir esta contracción espasmódica, involuntaria y repetitiva del diafragma y los músculos intercostales que provoca una inspiración súbita de aire. Sí, hablamos del hipo y para apaciguarlo, las abuelas sugieren tomar sorbos de agua y aguantar la respiración.
Esta entrada brusca de aire a los pulmones aparece cuando comes muy rápido, tienes estrés o tu comida está muy condimentada. “Traga un primer sorbo de agua y di en voz alta: ‘hipo de Dios’, en el segundo repite: ‘San Pedro me lo dio’ y en el tercero, ‘ya se me quitó’”, aconseja Cristina Alarcón, una abuelita de 67 años. Ella también recomienda que mientras contengas la respiración, cortes un pedazo de papel, lo humedezcas con saliva y te lo pongas sobre la frente por unos minutos.
“Darle un buen susto a la persona que está con hipo, también da resultados. Claro, no vayas a infartarla sólo porque se le pase, mide lo que vas a decirle”, advierte la awicha.
Taparte la nariz
Al retener la respiración tápate la nariz con una mano y cuenta mentalmente hasta 20 de forma lenta. Si puedes aguantar más tiempo, mucho mejor.
Jengibre en la boca
Chupar un pedazo de jengibre da buenos resultados. También ingerir un poco de azúcar e inmediatamente beber un vaso de agua.Otra idea es agregar un poco de sal a dos o tres cucharas de requesón y comértelo.
Sorbos largos
Tápate los oídos y bebe agua en sorbos abundantes. Si te animas, puedes mezclar una cucharada de mostaza en un vaso de agua, batirlo y beberlo sin descanso.
Maní
La mantequilla de maní es una buena aliada para acabar con el hipo, come unas dos cucharillas puras y luego toma un vaso de agua bien fría. A veces ayuda el mascar chicle haciendo globos.
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