jueves, 14 de abril de 2011

Láser contra la longevidad del tatuaje

Existen varios métodos para remover los diseños de la piel. El más novedoso es el Cutera ND Yag, que acaba de llegar a La Paz

El tatuaje es para toda la vida... ¿o no? Según un estudio publicado por el portal Enplenitud.com, sólo la mitad de las personas que optan por plasmar figuras en su piel decide convivir con ellos por el resto de su vida. Para los demás, existen varias alternativas que tienen por objetivo el intentar eliminar los diseños artísticos. Esta tarea no es sencilla. “No se puede borrar completamente un tatuaje, especialmente si éste fue realizado por un profesional. El tatuaje se basa en el depósito de pigmento a nivel de la piel, donde se consolida y puede permanecer para siempre”, explica el dermatólogo Johnny de la Riva.

La eliminación de un diseño depende de factores como la profundidad del tatuaje, el tipo de la tinta utilizada, los colores que fueron usados y, finalmente, de su localización. Mientras más profundo sea el tatuaje, más difícil será el intentar su remoción. Asimismo, los colores más complicados de borrar son el rojo, el amarillo y el verde claro.

CIRUGÍAS Y ÁCIDOS CÁUSTICOS

Un tatuaje se realiza mediante punciones con agujas cargadas de tinta y conectadas a un aparato que trabaja de manera similar a una máquina de coser sobre la piel. Según evidencias arqueológicas, ésta es una práctica que data de hace 8.000 años. Por ejemplo, en cavernas de Portugal y Francia se halló agujas elaboradas a partir de huesos como restos de diferentes pigmentos. Con todo, el tatuaje reapareció con fuerza en los años 70 en EEUU.

Diferentes técnicas han sido utilizadas a lo largo de los años para la eliminación de los diseños. Los procedimientos más antiguos se caracterizaban por la aplicación de cáusticos fuertes, como los ácidos salicílico y sulfúrico. Posteriormente se introdujeron métodos quirúrgicos agresivos que consistían en la extirpación de la zona tatuada para añadir, luego, un injerto.

Actualmente son dos los métodos más utilizados en la remoción de los diseños en la piel. El primero consiste en la repigmentación del área donde se halla el dibujo. Para cubrir la figura, los tatuadores utilizan un color similar al de la piel humana. La repigmentación —que es también un tatuaje— sólo llega a disimular los diseños. Y, en la mayoría de los casos, se requiere del uso de maquillaje adicional para llegar a cubrir el tatuaje por completo, porque no existe un pigmento que iguale la tonalidad de la dermis. La segunda fórmula, la más utilizada, se basa en la utilización del láser.

El haz de luz actúa penetrando la piel y rompiendo la superficie de las partículas de los pigmentos. Esto hace que, una vez fragmentadas, el cuerpo las elimine en forma natural. Este método es el más usado por los profesionales. Sin embargo, el uso del láser puede ocasionar la aparición de pequeñas costras o cicatrices en el área trabajada, especialmente en las superficies que son de difícil cicatrización como los brazos, la espalda y el pecho.

El doctor Johnny de la Riva acaba de importar al país una máquina Cutera ND Yag Removal Tatto de última generación. Se trata del primer aparato láser que ha sido creado específicamente para la remoción de tatuajes y que es menos dañina para el uso en la piel.

LA PIEL MORENA ES LA MÁS SENSIBLE

El Cutera ND Yag Removal Tatto, de tecnología alemana, cuenta con un láser de longitud de onda de 1.064 nanómetros de neodinium y otro de 532 nanómetros. Este último permite trabajar en los tatuajes que cuentan con colores difíciles de borrar, como los mencionados anteriormente. “Éste es el primer equipo de estas características en llegar a Bolivia. Se trata de un gran avance, ya que este aparato no daña la piel, no produce lesiones en la epidermis —como la que producen otros tipos de láser— y, lo mejor de todo, es que se puede utilizar en áreas pilosas, porque no provoca los efectos de la depilación. Así, por ejemplo, podemos trabajar en zonas como las cejas sin problema. Es el láser más efectivo que existe hoy para este tipo de procedimientos”, asegura el profesional boliviano.

Según el dermatólogo, el equipo llega a eliminar los tatuajes hasta en un 85 por ciento. Dependiendo del tipo de piel y el estado del tatuaje, la persona puede requerir de cinco sesiones, cada 20 a 30 días. “En Bolivia se manejan otras variables, como el tipo de piel, ya que tenemos la piel morena, lo que dificulta el trabajo”. El costo aproximado por sesión es de 100 dólares. Es así que, por ejemplo, la remoción de un diseño de tamaño promedio en el brazo llega a tener un precio de $us 500.

Gran parte de las personas que solicitan los servicios de De la Riva son aspirantes a la Academia de Policías y a los institutos militares, donde no se permiten postulantes con tatuajes.

El especialista recomienda a quienes planean hacerse un tatuaje el verificar si tienen una buena cicatrización. “Si ve que alguna herida no cicatriza bien o que tiene tendencia a formar queloide, no se haga tatuar”. Asimismo, señaló que se debe exigir al tatuador el uso de material esterilizado. “El área se puede infectar. Hay que tener cuidado de la presencia de microbacterias (parientes del bacilo de la tuberculosis), que tienden a aparecer en las personas que se hacen tatuajes”, alertó.

MÉTODOS

• Dermoabrasión. Éste es un procedimiento similar a la exfoliación química, que elimina las arrugas finas o reduce al mínimo las cicatrices de la piel. La zona donde se halla el dibujo es rociada con una solución que congela el área. Luego es lijada con un elemento abrasivo rotatorio, haciendo que la piel se descame. La piel necesita ser cubierta con un ungüento antibiótico por varios días, luego de la realización del procedimiento. Mientras la piel tratada se encuentra sanando, la exposición al sol debe ser mínima.

• Extirpación. Si el tatuaje es lo suficientemente pequeño, puede ser removido con un ayuda de un escalpelo en aproximadamente 30 minutos. La cirugía plástica o dermatológica consiste en aplicar un anestésico local para adormecer el área y, luego, cortar el tatuaje. Posteriormente se sutura los bordes. Si el tatuaje es de gran tamaño, debe ser removido en distintas etapas. Si la herida es tratada con propiedad, la cicatriz resultante será mínima. Este método es cada vez menos utilizado debido al éxito de las intervenciones con láser.

• Salabrasión. Probablemente es el método más antiguo de remoción. Consiste en frotar gasas con sal de forma continua sobre el tatuaje. Es poco utilizada actualmente. Entre otras de las técnicas está la criocirugía, que requiere de una congelación muy profunda del área a tratar, produciendo cicatrices atróficas hipo o hiperpigmentada. Algunos autores refieren buenos resultados con esta técnica. Finalmente está la remoción con el láser de COZ, que se logra a través de la vaporización. Este método resulta muy costoso.

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