sábado, 5 de febrero de 2011

RICAS EN YODO Y FIBRA ¿Son milagrosas las algas marinas para adelgazar?

Anuncios en la televisión, prensa e internet hablan de los milagros de las algas marinas para adelgazar rápidamente. El kelp, el fucus y la espirulina se venden como pan caliente en pastillas, cremas, infusiones, parches, fajas y muchos productos más. ¿Tan milagroso resulta este alimento?

“No y sí”, es la respuesta de la nutricionista Carola López. “No existen productos milagrosos para adelgazar. Ni uno solo. La base de cualquier régimen exitoso —se base en la manzana, el arroz o las algas— es siempre dependiente de una alimentación balanceada, rica en proteínas y baja en grasas e hidratos de carbono, combinada con la quema de calorías, el fortalecimiento de los músculos y el consumo de agua. No hay recetas milagrosas. No existe eso de que tomas una pastilla y bajas de peso automáticamente sin ejercicio y sin cambiar de hábitos alimenticios”.

Establecido esto, el “sí” va por las cualidades de las algas. Contienen una gran cantidad de nutrientes, minerales y oligoelementos esenciales que la convierten en una excelente incorporación en la dieta diaria.

YODO PARA LA TIROIDES
“Está el alto contenido en yodo que ayuda al funcionamiento de la glándula tiroides, encargada de regular el metabolismo.

Cuando es lento, por el mal funcionamiento de la tiroides, el cuerpo quema menos calorías”, expone López. Sin embargo, el aporte correcto de yodo, si existiese una deficiencia, debe ser definido por un especialista en endocrinología. No se debe consumir en cantidades demasiado abundantes, pues puede acarrear algún mal funcionamiento glandular.

“Es importante no sobreconsumir el yodo, puesto que tiene un rango relativamente estrecho de ingestión que apoya el funcionamiento correcto de la tiroides (100 a 300 microgramos al día, más o menos). Una persona que consume cantidades grandes de sal yodada o algas marinas podría sobreconsumir yodo. El yodo excesivo tiene un efecto complejo y destructivo en la tiroides y podría resultar en hipotiroidismo o hipertiroidismo, en individuos susceptibles, así como en un mayor riesgo de cáncer de tiroides. El hipertiroidismo puede ocurrir también, particularmente en personas ancianas, debido a un tiempo prolongado de deficiencia ligera de yodo, pues esto puede resultar en nódulos adicionales”, explica la página www.textoscientificos.com.

La cantidad adecuada de yodo para el organismo generalmente se consigue con el consumo de otros alimentos, desde la sal yodada de mesa hasta los mariscos, leche, huevos, espárragos, espinacas y otros ricos en este mineral. La deficiencia de yodo, causante del bocio, ya no es muy común en nuestro medio actualmente, y es un especialista endocrinólogo el que debería definir si se necesita consumir en cantidades mayores.

EL EFECTO SACIANTE
Otra de las cualidades que tienen las algas es que contienen una gran cantidad de fibra (mucílago) que hace que aumenten de tamaño cuando están en contacto con el agua. Esto produce un efecto saciante en el estómago, que puede ser útil cuando se inicia una dieta que, como se explicó anteriormente, debe ser equilibrada.

La fibra es muy útil en este sentido, además de que, como alimento, las algas poseen vitaminas, minerales y otros micronutrientes que darán su debida parte de energía y viatalidad.

Pero hay que tomar en cuenta que el efecto saciante funciona si se consumen en su estado natural o secas. No tiene sentido utilizar parches o cremas a base de algas marinas como saciante, pues a lo mucho pueden absorber un mínimo de líquido de la piel, al no pasar por el tubo digestivo. Las pastillas, si son un extracto, suelen poseer una cantidad mínima de fibra como para causar algún efecto notorio.

Si se busca el efecto saciante, una diversidad de alimentos pueden tener similares cualidades gracias a la cantidad de fibra. Éste es el caso de los cereales y las pastas, panes y otros alimentos integrales.

El mejor consejo: no obsesionarse con las propiedades adelgazantes que tienen las algas, tan infladas en el mercado de productos dietéticos . Lo mejor es utilizarlas, en forma natural, para complementar ensaladas y otros platillos, gracias a su buen sabor y sobre todo como un refuerzo nutritivo a tu plan de adelgazamiento, siempre con dieta y ejercicio.

Presentaciones
• Naturales. Su consumo en la dieta diaria es muy común en los países asiáticos, vienen a ser como las “verduras del mar”. Sin embargo, no todas son comestibles y cada una tiene diferencias en su valor nutritivo. Entre las más conocidas figuran: la Hijiki, wakame, nori, agar-agar dulse, kombu, arame y el cochayuyo. Su sabor y su textura se adaptan con facilidad a diversidad de ensaladas y platillos.

• Pastillas. La Spirulina, como complemento en pastillas, aumenta el efecto de otros productos. Es una microalga fuente natural de proteínas (65%), de alto valor nutritivo y altamente digerible (98%). Posee minerales y metaloides: yodo, potasio, magnesio, hierro, fósforo y azufre. Además contiene de vitaminas A, B, C, D, E, F, K, aminoácidos, glucósidos, substancias antibióticas y clorofila.

• Parches. El sistema funciona mediante la absorción de una sustancia en la piel. Los adelgazantes tienen como componente principal las algas marinas, aprobado por el Instituto Americano de Homeopatía. Existen unas bandas adhesivas de 2 x 2 centímetros, impregnadas de fucus vesiculosus, un extracto de alga marina utilizado por los chinos desde hace más de 100 años para controlar la obesidad. Trabajarían sobre la tiroides, pero su eficacia está en estudio.

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