Estamos en la época en que los piojos invaden las cabelleras

La picazón causada por los piojos es tan constante que los niños, a veces, se rascan tanto que se causan pequeñas heridas. Esas heridas son una puerta abierta a la infección, que es la primera complicación que causa la pediculosis, como se llama a la presencia de los piojos en la cabellera.

Aunque hay cabecitas piojentas durante todo el año, en esta época, con el calor, parecen aumentar los casos.

No es muy frecuente que los afectados vayan a consulta, según la dermatóloga Ana María Gallo. Aunque no hay estadísticas claras, los casos en que se producen infecciones son relativamente escasos en Santa Cruz, aunque la pediculosis está muy extendida en todo el mundo.

“No importa el clima. Está en lugares fríos y en los calientes aún más. La tienen pobres y ricos”, dice Gallo, aunque aclara que quizá la falta de medios para usar champús especiales o acudir a un médico sean factores que compliquen la condición.

El salto del piojo

La dermatóloga explica que no todas las personas son ‘elegidas’ por estos parásitos: “Es selectivo. Hay organismos que no les gustan. Es como los hongos, en una familia no todos están contaminados. Aún no se sabe por qué ocurre esto”.

El contagio se produce por contacto. El insecto salta de una cabeza a la otra. Por supuesto, es posible también que si está en una almohada, en una gorra o en una toalla, se desplace hasta fijarse en el cabello para alimentarse rápidamente de sangre y empezar a reproducirse.

Si bien las infecciones se producen generalmente en niños y se van contagiando en el colegio. “Basta que haya un niño para que todos se contagien”, afirma. Aunque la higiene puede ser un factor que predispone a tener esos inquilinos en la cabeza, también hay gente limpia que se contagia.

En las farmacias se venden varios productos para combatir esta infección (lociones, champús y tabletas). Toda la familia debe ser tratada si hay un contagiado con pediculosis